PEKÍN.- El producto interior bruto (PIB) de China
creció un 6,9 % durante el segundo trimestre del año, frente al 6,7 %
del mismo período de 2016, según anunció hoy la Oficina Nacional de
Estadísticas (ONE).
Este incremento del
segundo trimestre es similar al registrado durante el primero, y supera
ligeramente al 6,8 % de las previsiones de los analistas.
En el segundo trimestre, el PIB se incrementó en un 1,7 % respecto al primero, añadieron los datos oficiales.
"Esta primera mitad (del año) ha visto un crecimiento sostenido y firme
de la economía", y estas cifras suponen "una base firme para alcanzar o
superar los objetivos anuales" de crecimiento, afirmó en rueda de
prensa el director general de Estadísticas y portavoz de la ONE, Xing
Zhihong.
El sector primario avanzó un 3,5 %
interanual en este primer semestre; el secundario, un 6,4 %, y el
terciario, un 7,7 %, algo que satisfará a unos dirigentes chinos que han
apostado al cambio de modelo económico hacia uno basado en el consumo
interno y los servicios.
Otra de las
preocupaciones de Pekín, la creación y estallido de una burbuja
inmobiliaria, también parece responder de forma positiva a las medidas
gubernamentales: si bien desde enero la inversión en este campo subió un
8,5 % interanual, los datos revelan una desaceleración de 6 puntos
básicos con respecto al primer trimestre.
Entre las principales razones por las que el PIB ha crecido por encima
de lo esperado es por la inversión pública, ya que las empresas
estatales invirtieron un 12 % más que en los primeros seis meses de
2016, mientras que las privadas subieron un 7,2 %.
Sin embargo, y pese a que el avance total de la inversión en activos
fijos se situara en el 8,6 % interanual, el dato del semestre es menor
en 6 puntos básicos al registrado entre enero y marzo.
El Gobierno chino se ha fijado para este año un crecimiento de la
economía de en torno al 6,5 %, después de que en 2016 alcanzara el 6,7
%, la cifra más baja de este país desde 1990.
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