Los italianos atrapados por compras compulsivas en descuentos invernales

ROMA.- Los italianos salen hoy a realizar compulsivas compras ante los descuentos de ventas invernales de 2017, los cuales se extenderán hasta el 30 de marzo. 

Insertadas en la lógica del mercado tras las altas ventas por las celebraciones navideñas, las rebajas apuntan a los menguados bolsillos de los clientes quienes, a pesar de todo, se dejan arrastrar por la irrefrenable pasión consumista que los lleva a adquirir algo por su bajo precio, aunque no siempre sea necesario.

De eso se aprovechan los comerciantes para liberar inventarios, sortear impuestos, y ganar algo de una mercancía que va quedando fuera de moda en los almacenes, con la consecuente depreciación.

Asociaciones locales de consumidores refieren descuentos para esta temporada de al menos 25 por ciento en la vestimenta, rubro más demandado por estos días, aunque algunos negocios los anuncian hasta de un 50 y un 70 por ciento en productos de aparente menor calidad.

Algunas encuestas calculan que 14,6 millones de familias italianas realizarán compras por estos días y el 62 por ciento de los interesados buscará ropa, calzado, bufandas, guantes y prendas de lencería, con un saldo para los comerciantes estimado en casi cinco mil millones de euros en ventas.

Según Confcommercio, Asociación de Comerciantes, las ventas aumentarán un 55 por ciento respecto a 2015, pero quedarán muy lejos del 70 por ciento logrado hace un lustro atrás.

El primer sábado de julio se iniciarán las ventas de liquidación correspondientes al verano, también con una duración de 60 días y con iguales propósitos de promover los insaciables deseos de comprar algo con tal de que sea a un precio inferior al habitual.

Las llamadas compras inducidas tuvieron también aquí el 25 de noviembre del año pasado un comportamiento inusual hasta ese momento con el llamado 'Viernes Negro' o 'Black Friday', según la tradición estadounidense surgida en la década de 1980, extendida posteriormente a Europa.

De cualquier manera, tanto unos como otros, son recursos del sistema para estimular el consumo y reproducir el capital con un margen aparentemente más reducido de ganancias, aunque en realidad no sea así.