SEÚL.- El Banco de Corea (BoK) rebajó hoy
en tres décimas su pronóstico de crecimiento para la economía surcoreana
en 2017 hasta situarlo en el 2,5 por ciento, debido a la debilidad de
la demanda doméstica ante la incertidumbre política que vive el país.
La medida se anunció al término de la reunión mensual de política
monetaria de la entidad, en la que el banco central surcoreano decidió
mantener los tipos de interés en su mínimo histórico del 1,25 por
ciento.
La junta de política monetaria de la entidad considera
que el crecimiento del producto interior bruto (PIB) de la cuarta
economía de Asia se ha ralentizado por un debilitamiento de la
recuperación que parecía estar experimentando la demanda doméstica,
según detalla la entidad en un comunicado.
La mejora
"insuficiente" en materia de ingresos, "la creciente carga de deuda de
los hogares y las incertidumbres que rodean a la situación política
doméstica" hacen que se prevea una ralentización del consumo interno.
Al mismo tiempo, aunque considera que la inversión de capital
corporativo se recuperará ligeramente con respecto a 2016, se estima que
el mencionado clima político en Corea del Sur o "las incertidumbres"
con respecto a las tendencias proteccionistas que abandera Donald Trump
limitarán dicho crecimiento.
Corea del Sur está
sumida en una profunda crisis política generada por el llamado caso de
corrupción de la "Rasputina", que motivó que el Parlamento destituyera
en diciembre a la presidenta del país, Park Geun-hye, a la espera ahora
de que el Constitucional ratifique o no la decisión.
La estimación de crecimiento del BoK para 2017 es un décima menor que la
del Gobierno, que a final de año la situó en el 2,6 por ciento.
En 2016 la economía surcoreana creció un 2,6 por ciento, por debajo del 3,3 por ciento de 2015.
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