miércoles, 13 de julio de 2016

Bruselas intenta controlar el flujo migratorio interior

BRUSELAS.- La Comisión Europea ha propuesto este miércoles cambios en las normas de asilo para que sean obligatorias las sanciones - hasta ahora voluntarias - que se pueden aplicar a los demandantes de asilo que no cooperan en la tramitación de su expediente o se desplacen dentro de la UE antes de recibir el estatus de refugiado. 

El objetivo es controlar el desplazamiento interior y desincentivar la entrada ilegal de inmigrantes. "Asignamos derechos y deberes claros a los demandantes de asilo para evitar los movimientos secundarios y evitar abusos", ha anunciado el comisario de Interior e Inmigración, Dimitris Avramopoulos.
La norma actual establece que el país de entrada en el bloque es el que debe tramitar y resolver la petición de protección de asilo y que el solicitante debe quedarse en él mientras se resuelve su expediente. Bruselas ya planteó hace meses la necesidad de hacer más estrictas las reglas contra quienes abusan del sistema, pero ahora ha planteado medidas concretas como, por ejemplo, la no cooperación con las autoridades será castigada. Así, pasaría a ser obligatoria la posibilidad ya existente de denegar una demanda de asilo si el solicitante se niega a colaborar o rechazar su tramitación acelerada.
También ha planteado que se empiece a contar desde cero el plazo de cinco años que un refugiado debe estar en un Estado miembro para solicitar la residencia cada vez que se detecte que ha salido de ese país para viajar a otro para el que no tiene permiso de entrada. El comisario ha avisado que además se procederá a deportar a quienes no tienen derecho al estatus de refugiado. Por ello, el Ejecutivo también ha propuesto en el nuevo paquete de medidas que la protección se ajuste al "tiempo necesario", por lo que se prevé una revisión obligatoria y periódica para revisar las condiciones por las que se concedió la protección, por ejemplo, la situación del país de origen.
El objetivo es afianzar las vías legales de entrada a la Unión Europea, para desincentivar los flujos ilegales y mermar el negocio de las mafias que trafican con seres humanos. Para ello, Bruselas aboga por un marco común y voluntario, que ofrezca oportunidades "organizadas y seguras" de llegada a los inmigrantes y anime a los Estados miembros a asociarse desde el inicio del proceso, para ganar en eficacia y reducir los tiempos de los procesos.
El plan que ha pensado el Ejecutivo comunitario dejaría en manos de los Estados miembros el número de refugiados que desean acoger cada año desde terceros países, pero a cambio promete una ayuda de 10.000 euros por cada una de las personas que sea acogida. Este apoyo procederá de los fondos que la UE asigna al apoyo al asilo. Para su puesta en marcha, Bruselas ha aclarado que sería necesario fijar criterios consensuados sobre desde qué países se realizarían los traslados y cuántos inmigrantes se podrían beneficiar, así como valorar el grado de colaboración de estos terceros países en la lucha contra la inmigración irregular.
Acogida actual de demandantes de asilo
En la actualidad, la Unión Europea cuenta con dos programas europeos por los que se han establecido cuotas obligatorias de plazas de acogida para cada país, aunque la mayoría no se ha cumplido. Así, apenas 3.056 demandantes de asilo de los 160.000 que los Estados miembros se comprometieron a reubicar desde Italia y Grecia han sido realmente trasladados a nuevos destinos. De ellos, 187 han sido recibidos en España.
En cuanto al plan para trasladar a 22.500 personas con derecho a protección internacional desde campos de refugiados en Turquía, Jordania y Líbano, la UE apenas ha acogido a 8.268, de los que España ha recibido a 175.

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