BRUSELAS.- La Comisión Europea ha propuesto este miércoles cambios en las normas
de asilo para que sean obligatorias las sanciones - hasta ahora
voluntarias - que se pueden aplicar a los demandantes de asilo que no
cooperan en la tramitación de su expediente o se desplacen dentro de la
UE antes de recibir el estatus de refugiado.
El objetivo es controlar el
desplazamiento interior y desincentivar la entrada ilegal de
inmigrantes. "Asignamos derechos y deberes claros a los demandantes de
asilo para evitar los movimientos secundarios y evitar abusos", ha
anunciado el comisario de Interior e Inmigración, Dimitris Avramopoulos.
La norma actual establece que el país de entrada en el bloque es el
que debe tramitar y resolver la petición de protección de asilo y que el
solicitante debe quedarse en él mientras se resuelve su expediente.
Bruselas ya planteó hace meses la necesidad de hacer más estrictas las
reglas contra quienes abusan del sistema, pero ahora ha planteado
medidas concretas como, por ejemplo, la no cooperación con las autoridades será castigada.
Así, pasaría a ser obligatoria la posibilidad ya existente de denegar
una demanda de asilo si el solicitante se niega a colaborar o rechazar
su tramitación acelerada.
También ha planteado que se empiece a contar desde cero el plazo de
cinco años que un refugiado debe estar en un Estado miembro para
solicitar la residencia cada vez que se detecte que ha salido de ese
país para viajar a otro para el que no tiene permiso de entrada. El
comisario ha avisado que además se procederá a deportar a quienes no
tienen derecho al estatus de refugiado. Por ello, el Ejecutivo también
ha propuesto en el nuevo paquete de medidas que la protección se ajuste
al "tiempo necesario", por lo que se prevé una revisión obligatoria y periódica para revisar las condiciones por las que se concedió la protección, por ejemplo, la situación del país de origen.
El objetivo es afianzar las vías legales de entrada a la Unión
Europea, para desincentivar los flujos ilegales y mermar el negocio de
las mafias que trafican con seres humanos. Para ello, Bruselas aboga por un marco común y voluntario,
que ofrezca oportunidades "organizadas y seguras" de llegada a los
inmigrantes y anime a los Estados miembros a asociarse desde el inicio
del proceso, para ganar en eficacia y reducir los tiempos de los
procesos.
El plan que ha pensado el Ejecutivo comunitario dejaría en manos de
los Estados miembros el número de refugiados que desean acoger cada año
desde terceros países, pero a cambio promete una ayuda de 10.000 euros por cada una de las personas que sea acogida.
Este apoyo procederá de los fondos que la UE asigna al apoyo al asilo.
Para su puesta en marcha, Bruselas ha aclarado que sería necesario fijar
criterios consensuados sobre desde qué países se realizarían los
traslados y cuántos inmigrantes se podrían beneficiar, así como valorar
el grado de colaboración de estos terceros países en la lucha contra la
inmigración irregular.
Acogida actual de demandantes de asilo
En la actualidad, la Unión Europea cuenta con dos programas europeos
por los que se han establecido cuotas obligatorias de plazas de acogida
para cada país, aunque la mayoría no se ha cumplido. Así, apenas 3.056
demandantes de asilo de los 160.000 que los Estados miembros se
comprometieron a reubicar desde Italia y Grecia han sido realmente
trasladados a nuevos destinos. De ellos, 187 han sido recibidos en
España.
En cuanto al plan para trasladar a 22.500 personas con derecho a
protección internacional desde campos de refugiados en Turquía, Jordania
y Líbano, la UE apenas ha acogido a 8.268, de los que España ha
recibido a 175.
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