LONDRES.- La incertidumbre originada por el voto favorable a la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) provocará que el volumen de las inversiones en el país anglosajón se reduzca un 5% en 2017 y un 15% en 2018, según prevé la agencia de calificación crediticia Fitch.
La agencia considera que las empresas británicas se enfrentan
en este periodo a la incertidumbre sobre el devenir de las relaciones
comerciales entre Reino Unido y la UE, la forma del nuevo marco
regulatorio y también a la incertidumbre política, que podría concluir
con un nuevo referéndum sobre la independencia de Escocia.
"Esta incertidumbre provocará que las empresas retrasen sus
inversiones y contrataciones, al tiempo que la elevada volatilidad de
los mercados financieros impacta negativamente sobre la confianza de las
empresas", advierte Fitch.
De este modo, la agencia estima que el crecimiento del PIB de
los ejercicios 2017 y 2018 se reducirá un 1% anual, lo que supone una
revisión a la baja en un punto porcentual de las previsiones del mes de
mayo.
Esta ralentización de la economía se deberá a que el consumo
de los hogares se reducirá en 2017, aunque la depreciación de la libra
compensará parcialmente el 'shock' sobre la demanda, "con un beneficio
sobre las exportaciones en el corto plazo".
Por su parte, las importaciones descenderán, al tiempo que los
contratos de inversión y los productos extranjeros resultan cada vez
más costosos, lo que impulsará la inflación y supondrá la reorientación
del gasto hacia bienes y servicios domésticos.
Por otra parte, Fitch considera que el impacto a largo plazo
del Brexit es difícil de calcular con precisión, aunque sí asegura que
los efectos negativos de la salida de la UE sobrepasarán a los
positivos.
"Los efectos negativos superarán cualquier ganancia en el PIB
derivada de la desregulación del comercio fuera de la UE o del ahorro de
las partidas a los presupuestos comunitarios", indica la agencia de
calificación.
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