LONDRES.- Los costes de financiación de los
endeudados países del sur de Europa subieron el jueves, alejándose aún
más de los niveles mínimos de Alemania, mientras los inversores
evaluaban una serie de acontecimientos políticos potencialmente
perturbadores para los próximos meses.
La brecha entre el rendimiento de los bonos italianos y
alemanes a 10 años se extendía a su mayor distancia en nueve semanas,
mientras que el equivalente en Portugal subió a su mayor nivel en casi
un mes.
Un panorama incierto para la economía internacional se
ha sumado al nerviosismo sobre acontecimientos como las elecciones
españolas del próximo mes y el referéndum británico sobre la adhesión de
la Unión Europea para alejar a los inversores de los activos de riesgo.
Las acciones europeas se han dejado alrededor de un 6
por ciento en las últimas nueve semanas, mientras que el yen japonés
(JPY =) ha alcanzado niveles no vistos en 18 meses frente al dólar al
buscar los inversores refugios seguros.
"Lo que me preocupa es lo que sucede desde el punto de
vista geopolítico", dijo Chris Chapman, gestor de cartera de renta fija
de Manulife Asset Management. "En particular, la idea de que la zona
euro ha hecho todo lo posible para superar una crisis de deuda soberana y
una crisis bancaria y ahora se enfrenta a una crisis política".
Los bonos de los países periféricos de la zona euro se
han alejado de la referencia alemana, que ha atraído demanda a pesar de
ofrecer rendimientos cercanos a cero que hace sólo un año provocaron una
fuerte corriente vendedora.
El diferencial, o spread, entre la rentabilidad de los
bonos italianos a 10 años - la principal referencia en la periferia sur -
y su equivalentes alemanes alcanzaron su mayor nivel en nueve semanas,
131 puntos básicos (pb).
La prima de riesgo española con respecto a la alemana
se amplió hasta los 141 pb, máximos de un mes, mientras Madrid vendía
una serie de bonos estatales en una cuádruple subasta el jueves.
La rentabilidad de la deuda portuguesa a 10 años subió 6
pb, hasta un máximo de tres semanas del 3,22 por ciento, alejándose de
la Alemania, que subía ligeramente al 0,21 por ciento.
Pero incluso cuando han pasado las ventas de bonos,
algunos estrategas prevén que la deuda periférica tenga un peor
comportamiento relativo ante lo que se espera que sea un verano caliente
en lo político.
Europa está luchando contra una crisis migratoria que
amenaza su principio de viajes sin fronteras; Grecia está regateando con
sus acreedores sobre la ayuda financiera que necesita para pagar las
deudas que vencen en julio; y en junio, España votará de nuevo para
tratar de romper un estancamiento político, mientras que los británicos
decidirán si se quedan en la UE.
En Italia, mientras tanto, aumenta la preocupación por
el hecho de que un fondo de rescate desvelado recientemente para los
bancos con problemas pueda no ser suficiente.
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