WASHINGTON.- El FMI calificó ayer
como "adecuado" el estímulo monetario del Banco Central Europeo (BCE) a
la vez que expresó sus dudas sobre lo "poco realista" de los objetivos
del programa de rescate de 86.000 millones de euros a Grecia, en el que
aún no ha confirmado su participación.
"Debemos preguntarnos si es plausible el objetivo de ajuste" marcado
por el programa, afirmó el director del Departamento de Europa del Fondo
Monetario Internacional (FMI), Poul Thomsen, al comentar la meta de un
3,5 % de superávit primario en Grecia.
"Creemos que eso implica un montón de austeridad", dijo Thomsen en una rueda de prensa en Washington.
Para el Fondo, tras los extraordinarios esfuerzos de ajuste de
Grecia, la solución pasa por avanzar en las medidas estructurales,
especialmente en la recaudación de impuestos.
Thomsen señaló que las autoridades helenas han continuado elevando
los tipos impositivos a los niveles más altos de ingresos, algo que está
promoviendo la evasión fiscal.
"Lo que necesitamos es aumentar la base impositiva", aseguró.
Con estas palabras remarcaba lo dicho el día anterior por la
directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, quien afirmó que el
objetivo del 3,5 % es "poco realista" y solo podrá ser alcanzado por un
esfuerzo "heroico" del pueblo griego.
Pese al acuerdo alcanzado entre los socios europeos y Atenas el
pasado mes de julio, el Fondo ha evitado comprometerse al nuevo paquete
de rescate multimillonario, el tercero.
Sin embargo, los socios europeos, con Alemania a la cabeza, exigen
que la institución internacional forme parte del programa para otorgarle
mayor credibilidad.
Las recientes declaraciones de Lagarde y Thomsen alejan la
posibilidad de una implicación del Fondo si no se revisan las
condiciones.
Por otro lado, el FMI insistió en la pertinencia del agresivo plan de
estímulo monetario del BCE dada la tibia recuperación económica en la
zona,
"El BCE está haciendo lo adecuado, pero la política monetaria está cargando con demasiada responsabilidad", apuntó Thomsen.
Para el funcionario, el crecimiento previsto para la zona euro del
1,5 % este año y 1,6 % el próximo sigue lastrado por los legados de la
crisis aún no resueltos, como los préstamos morosos y el saneamiento
inacabado de la banca.
El Fondo recalcó la importancia de que se avance en las reformas
estructurales para combatir el bajo crecimiento potencial y que los
países con espacio fiscal, en una nueva y poco velada crítica a
Alemania, lo utilicen para impulsar la demanda.
En la reunión de primavera, que reúne en Washington a los principales
líderes económicos mundiales, entre ellos el presidente del BCE, Mario
Draghi, que volvió a subrayar que el banco central hará todo lo
necesario para devolver la estabilidad de precios a la eurozona.
"Confiamos en que la muy expansiva política monetaria ofrecerá más
respaldo a la recuperación de la zona euro y acelerará el regreso a los
niveles de inflación que consideramos consistentes con nuestro
objetivo", dijo Draghi, en un adelanto del discurso que presentará ante
el Comité Monetario y Financiero del FMI.
Draghi rechazó, como han advertido algunos críticos del plan de
estímulo, que incluye inyección de liquidez y tipos de interés
negativos, que se esté generando una burbuja financiera.
"No vemos actualmente evidencia de excesos en el comportamiento de
los bancos y las valoraciones de los precios de los activos", señaló el
economista italiano.
A su vez, el organismo internacional valoró la actuación al otro lado
del Atlántico por la Reserva Federal (Fed), que ha dado indicios de
ralentización del ritmo planeado de ajuste, y que ha pasado de
considerar en 2016 cuatro subidas de tipos de interés a contemplar un
máximo de dos, ante la volátil situación financiera y la debilidad de la
demanda global.
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