LONDRES.- Mario Draghi está ofreciendo a la
zona euro un regalo que podría no necesitar. El jefe del Banco Central
Europeo pronto comprará bonos de empresas. Sin embargo, los costes de
financiación son ya muy bajos y las empresas podrían emplear esta
generosidad para cosas menos necesarias como recompras de acciones,
fusiones y adquisiciones.
La panoplia de medidas de política monetaria anunciadas el 10 de
marzo vienen con el cartel de "flexibilizar el crédito". Estas incluyen
de hecho que el BCE pagará a los bancos por prestar dinero y un programa
de compra de bonos de empresas todavía por concretar.
Hay mucho que comprar. Citigroup estima que circulan
bonos con grado de inversión por alrededor de 550.000 millones de euros
emitidos por empresas no financieras de la zona euro.
El objetivo podría ser el de ayudar a aquellas partes de la economía
del euro que más problemas encuentran para conseguir créditos. Los
bancos enfrentaron un fuerte salto en los costes de financiación en
febrero. Pequeñas empresas en Italia y España pagan unos 2 puntos más
que la media de la zona euro. A medida que las rentabilidades de los
bonos con menor riesgo bajan, los inversores tendrán que comprar títulos
de mayor riesgo que en otro caso despreciarían, al menos eso es lo que
dice la teoría.
Sin embargo hay desafíos. El BCE compra bonos soberanos
proporcionalmente al tamaño de las economías emisoras. Pero eso no s tan
fácil con los bonos corporativos. Francia y Alemania representan
aproximadamente el 65 por ciento de todos los bonos corporativos de la
zona euro, según Bank of America Merrill Lynch.
Hay margen para interrogantes incómodos. Volkswagen,
que esta acusada de trucar las emisiones de vehículos diesel, representa
cerca del 15 por ciento de la deuda alemana, según BAML.
Los mercados de crédito están muy laxos. El diferencial medio en el
índice Markit iTraxx Crossover de deuda basura está 100 puntos por
debajo de su media de largo plazo de 440 puntos básicos. El
endeudamiento de las empresas europeos es mayor que durante la recesión
de 2009, según Citi, con un ratio deuda/Ebitda superior a dos veces. Y
los ratios de cumplimiento en la deuda (covenants) se están
deteriorando.
Las compañías simplemente podrían tomar prestado para recomprar
acciones, añadiendo así más deuda. O podrían comprarse mutuamente,
dejándolas con más deuda y menos empleados como resultado de las
sinergias de una fusión. Teniendo en cuenta estos retos, el BCE haría
bien en contener el tamaño de su programa de compra de activos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario