PARÍS.- El presidente cubano, Raúl Castro, ha iniciado una visita de Estado a
Francia, dominada por temas económicos pero que reviste una fuerte
dimensión simbólica de su apertura al mundo tras la reconciliación con
Estados Unidos.
Raúl Castro ha sido acogido con una ceremonia solemne en el Arco del
Triunfo de París, donde ha recibido honores militares. El mandatario ha
llegado al Arco del Triunfo tras recorrer la avenida de los Campos
Elíseos, engalanada para la ocasión con banderas francesas y cubanas y
rodeada de un riguroso dispositivo de seguridad. En el acto se han
interpretado los respectivos himnos nacionales, y el dirigente cubano ha
hecho una ofrenda floral ante la tumba del soldado desconocido, junto a
la ministra de Ecología, Ségolène Royal, la número tres del gobierno.
Tras la ceremonia, Raúl Castro bajó en coche por los Campos Elíseos
escoltado por la Guardia Republicana francesa a caballo. Cerca podía
verse a pequeños grupos de simpatizantes castristas, ondeando banderas
cubanas.
Raúl Castro, que llegó el sábado a París para dos días de visita
privada, se reunirá este lunes por la tarde con el presidente François
Hollande en el palacio del Elíseo, donde se firmarán varios acuerdos,
incluyendo uno de anulación de parte de la deuda cubana con Francia.
Por la noche, Castro será el invitado de honor de una cena de gala en
el palacio presidencial. La visita del presidente cubano a Francia
responde de hecho a la realizada por su homólogo francés a Cuba en mayo
pasado. Hollande fue el primer líder occidental en visitar la isla
después del deshielo con Estados Unidos, que se inició a finales de 2014
y se concretó con la apertura de embajadas de ambos países a mediados
de 2015.
París busca reforzar la presencia de empresas francesas en una Cuba
que se abre poco a poco a la economía de mercado. Con un comercio anual
de unos 180 millones de euros, Francia forma parte de los diez primeros
socios de Cuba y, entre sus planes, está profundizar sus relaciones con
La Habana. La isla, un polo turístico en expansión y con una obra de
mano calificada, es vista por Estados Unidos y sus competidores europeos
con renovado interés.
París considera asimismo que Cuba tiene un lugar particular en
América Latina, una región prioritaria para la diplomacia del gobierno
de Hollande. Desde su elección en mayo de 2012, el presidente francés ha
recibido a numerosos dirigentes latinoamericanos, ha realizado varias
visitas a países de la región (Brasil, México, Cuba) y viajará
próximamente a Perú, Argentina y Uruguay.
Con el propósito de crear las mejores condiciones posibles para esta
nueva relación, Francia fue recientemente el artífice de un acuerdo
sobre la deuda cubana con sus acreedores del Club de París. En virtud de
ese convenio, la isla logró que le condonaran 8.500 millones de
dólares, lo que debería desbloquear su acceso a los mercados
financieros, mientras espera el fin del embargo estadounidense impuesto
en 1962, condenado durante varios años por Francia.
Pero París quiere aprovechar la visita de Castro para ir más allá y
anunciar planes de financiamiento en el marco de la reestructuración de
la deuda cubana. Los franceses también están en la primera línea de las
negociaciones iniciadas en abril de 2014 entre Cuba y la UE, que pronto
podrían desembocar en un "acuerdo de diálogo político y cooperación", lo
que significará dejar atrás viejas controversias sobre los derechos
humanos. El espinoso tema, por el que Cuba es blanco de críticas
frecuentes, estará en las "discusiones bilaterales", aseguró una fuente
diplomática francesa en París.
Francia será siempre "vigilante" respecto a los derechos humanos y
planteará la cuestión cada vez que sea necesario, pero considera que "el
diálogo es lo más eficaz" para hacer avanzar las cosas en ese dominio,
comentó otra fuente diplomática. Cuestionado por su visita en mayo al
expresidente Fidel Castro, Hollande hablará sin duda al respecto de
forma discreta.
El martes, Raúl Castro mantendrá reuniones con la directora general
de la Unesco, Irina Bokova, con los presidentes de la Asamblea y del
Senado, con la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y el primer ministro
Manuel Valls, antes de visitar el recién renovado Museo del Hombre.
Por
su parte, el vicepresidente cubano, Ricardo Cabrisas, se reunirá con
empresarios franceses el martes por la mañana en la sede del Medef, la
principal organización empresarial de Francia.
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