miércoles, 18 de noviembre de 2015

La banca portuguesa pide un gobierno estable a Cavaco Silva, apremiado a decidir rápido

LISBOA.- Los principales banqueros lusos quieren que el nuevo Gobierno de Portugal sea estable y respete los compromisos internacionales del país y así se lo trasladaron hoy al presidente, Aníbal Cavaco Silva, al que cada día apremian más a que decida a quién encarga la formación del Ejecutivo.

"Nos parece importante salvaguardar las condiciones de estabilidad para el sistema financiero" y la estabilidad en general para el país, dijo hoy el presidente de la Caixa Geral de Depósitos, José de Matos, tras reunirse con el jefe del Estado.
De Matos fue uno de los siete representantes de la banca que hoy recibió Cavaco Silva en el Palacio presidencial de Belém para escuchar su opinión sobre cuál es la mejor solución política para el país después de la caída del Gobierno conservador en el Parlamento la pasada semana.
En términos similares, Nuno Amado, presidente del Banco Comercial Portugués (BCP, la mayor entidad financiera de carácter privado del país), destacó que lo fundamental es garantizar que el país cumple "los compromisos que tiene a nivel europeo", más allá de qué partido gobierna.
"Hay que mantener una cierta estabilidad en Portugal para que la confianza y la inversión puedan continuar", dijo.
Desde el Novo Banco (heredero del colapsado Banco Espírito Santo), su máximo responsable, Eduardo Stock de Cunha, abogó por que Portugal "continúe garantizando ante los mercados internacionales que honra sus compromisos" y mantenga la trayectoria de "consolidación de las finanzas públicas y de una mejoría de nuestra posición externa".
Ninguno se pronunció abiertamente sobre si el presidente debería optar por mantener al Ejecutivo del conservador Pedro Passos Coelho, que ejerce en funciones desde que fue derribado por una moción de toda la oposición, o encargar la formación del Gobierno a los socialistas que, gracias al acuerdo que sellaron con la izquierda radical, tienen mayoría absoluta en el Parlamento.
El presidente del Banco Portugués de Inversiones (BPI), Fernando Ulrich, sólo afirmó que confía en la responsabilidad del líder socialista, António Costa, en caso de que fuese el elegido.
Tanto Costa como su partido, dijo, "tendrán el sentido de responsabilidad necesario para mantener al país en un camino de rigor y de garantía de estabilidad en el sistema financiero".
La opinión de los banqueros se une a las de los representantes de los agentes sociales y de entidades profesionales y sociales que ya se reunieron con el presidente portugués.
Se sumará también a la de los siete economistas, entre ellos algunos exministros, que espera recibir mañana, así como a la de todos los representantes de todos los partidos que han conseguido representación parlamentaria en las elecciones del pasado 4 de octubre, a los que ha citado para el viernes y con los que, en principio, concluiría su ronda de audiencias.
La última palabra la tiene el propio Cavaco Silva, quien parece no estar muy apresurado a tomar la decisión, pese a que cada vez son más las voces que le instan a poner fin a la incertidumbre política y pronunciarse lo antes posible.
Entre ellas, la de la central CGTP, el mayor sindicato del país, que hoy ha anunciado la convocatoria de una "concentración nacional" para el próximo día 28 para denunciar que el presidente de la República, conservador, "persista en mantener una Gobierno en usurpación de funciones" y no acepte la nueva mayoría de izquierdas, dijo su líder Arménio Carlos.
Esa opción, la de encargar la formación de un Gobierno socialista, apoyado por los comunistas y marxistas del Bloque de Izquierda, es una de las tres alternativas que baraja el jefe del Estado.
Las otras dos son mantener al primer ministro conservador Passos Coelho en funciones hasta la convocatoria de elecciones anticipadas (no antes de junio de 2016) u optar por un Ejecutivo de "iniciativa presidencial", que estaría formado por independientes.

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