lunes, 7 de septiembre de 2015

Para acabar con el 'stock' inmobiliario, Japón rehabilitará masivamente las casas abandonadas

LONDRES.- El número de viviendas abandonadas en Japón, denominadas akiyas, asciende a ocho millones. La razón del aumento cada vez más preocupante de las casas vacías se debe al éxodo rural y a la significativa caída que está experimentando la población japonesa. 

Pero el Gobierno nipón parece haber encontrado la solución a este problema: ha dado vía libre a la Agencia Estatal de Vivienda (Katitas) para que proceda a la rehabilitación masiva de estos hogares para poder venderlos a otros ciudadanos japoneses, según informa el periódico Financial Times. Las viviendas tendrían un precio más que asequible, una media de 8,98 millones de yenes (unos 65.400 euros).
En este crecimiento cada vez más acusado de las akiyas tienen un papel muy importante las peculiaridades del mercado de la vivienda del país. Por un lado, la compra de hogares de segunda mano no es nada habitual, pues este mercado supone únicamente el 15% de las transacciones totales de vivienda. Por otro, su cultura mueve a los ciudadanos japoneses a heredar viviendas de sus padres, rehabilitarlas, y trasladarse a vivir allí, por lo que el sector no registra demasiadas operaciones. 
Además, el país construye casas prefabricadas de madera que tienen una media de vida de 30 años. La falta de consistencia de este material hace que los hogares estén menos protegidos frente a las condiciones naturales del país, propenso a terremotos, plagas de insectos, etc.
El problema surge cuando los propietarios de esos terrenos -ya sea edificados o no- quieren trasladarse a vivir a las grandes urbes y no tienen herederos. ¿Qué ocurre con esa vivienda? Queda abandonada a su suerte. El tiempo consigue debilitarla hasta que su derrumbamiento es inminente. 
Katitas, por el momento, ha resucitado 3.000 akiyas en los dos últimos años. Una cifra mínima y que el Ejecutivo japonés espera incrementar exponencialmente en los próximos ejercidios. Según ha explicado el presidente de la agencia, Katsutoshi Arai, la mayoría de las compras "son viviendas procedentes de herencias". 
"La mayoría de los herederos ya cuentan con casa propia y deciden vender porque no pueden mantenerla", explica. Por otro lado, afirma que la opción que ofrecen es mucho más barata que recurrir al alquiler.
Para frenar este aumento frenético de las akiyas, el Gobierno ha recurrido también a las penalizaciones a los propietarios que mantengan sus viviendas vacías y sin cuidados. Ahora habrá que esperar a ver si la iniciativa japonesa da sus frutos y Japón acaba con el stock de vivienda que genera un paisaje desolador.

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