WASHINGTON.- El índice de desempleo en Estados Unidos bajó hoy hasta el 5,1 por
ciento, su nivel más reducido desde abril de 2008, según el Departamento
de Trabajo.
Pese a la ganancia que políticamente puede favorecer las aspiraciones
de los demócratas en mantener la Casa Blanca en noviembre de 2016, los
negros y los hispanos se mantienen como los más afectados por la falta
de trabajo.
Entre los negros el indicador se situó en 9,5 por ciento, cuatro décimas más que en agosto; y en los hispanos se redujo al 6,6 por ciento, dos décimas menos, mientras que entre los blancos fue de 4,4 por ciento, dos décimas menos.
En su último informe la oficina federal indicó que la economía del país creó 173.000 nuevos empleos, lo que redondea la generación de empleos a un millón y medio de puestos en el último año, aunque en el país aún existen ocho millones de parados.
Según las estadísticas, en los últimos tres años, la economía estadounidense creó casi ocho millones de puestos de trabajo, un factor fundamental para el repunte económico del país tras la crisis iniciada en 2008 bajo un gobierno republicano y que enfrentó la administración del presidente Barack Obama, un demócrata.
Informes oficiales consideran que la economía estadounidense añadió probablemente empleos a un ritmo más acelerado durante agosto. Un informe periódico sobre empleo en los Estados Unidos significó que la tasa de desempleo en agosto probablemente cayó a un mínimo en siete años y medio, cerca de 5,2 por ciento.
Ello podría permitir a la Reserva Federal (Fed) considerar un alza de tasas de interés en septiembre.
Un sondeo entre economistas pronosticó que las nóminas no agrícolas aumentaron en 220.000 plazas el mes pasado, frente a los 215.000 nuevos puestos de trabajo registrados en julio.
Esto subrayaría la vitalidad de la economía frente a la volatilidad de los mercados globales y la desaceleración del crecimiento en China, y mantendría la posibilidad de que la Fed suba las tasas de interés en su reunión de septiembre.
El economista de Wells Fargo Securities en Charlotte, Carolina del Norte, Sam Bullard, no cree la posibilidad de un alza en septiembre de las tasas de interés de parte de la Fed.
Pese a esos datos favorables, el empleo continúa como uno de los problemas más acuciantes en Estados Unidos, sobre todo para los más jóvenes.
Entre los negros el indicador se situó en 9,5 por ciento, cuatro décimas más que en agosto; y en los hispanos se redujo al 6,6 por ciento, dos décimas menos, mientras que entre los blancos fue de 4,4 por ciento, dos décimas menos.
En su último informe la oficina federal indicó que la economía del país creó 173.000 nuevos empleos, lo que redondea la generación de empleos a un millón y medio de puestos en el último año, aunque en el país aún existen ocho millones de parados.
Según las estadísticas, en los últimos tres años, la economía estadounidense creó casi ocho millones de puestos de trabajo, un factor fundamental para el repunte económico del país tras la crisis iniciada en 2008 bajo un gobierno republicano y que enfrentó la administración del presidente Barack Obama, un demócrata.
Informes oficiales consideran que la economía estadounidense añadió probablemente empleos a un ritmo más acelerado durante agosto. Un informe periódico sobre empleo en los Estados Unidos significó que la tasa de desempleo en agosto probablemente cayó a un mínimo en siete años y medio, cerca de 5,2 por ciento.
Ello podría permitir a la Reserva Federal (Fed) considerar un alza de tasas de interés en septiembre.
Un sondeo entre economistas pronosticó que las nóminas no agrícolas aumentaron en 220.000 plazas el mes pasado, frente a los 215.000 nuevos puestos de trabajo registrados en julio.
Esto subrayaría la vitalidad de la economía frente a la volatilidad de los mercados globales y la desaceleración del crecimiento en China, y mantendría la posibilidad de que la Fed suba las tasas de interés en su reunión de septiembre.
El economista de Wells Fargo Securities en Charlotte, Carolina del Norte, Sam Bullard, no cree la posibilidad de un alza en septiembre de las tasas de interés de parte de la Fed.
Pese a esos datos favorables, el empleo continúa como uno de los problemas más acuciantes en Estados Unidos, sobre todo para los más jóvenes.
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