sábado, 20 de diciembre de 2014

Macroeconomía bien, los bolsillos no tanto en España / Miguel Lozano

Con señales contradictorias económicas España deja 2014, un año en el cual el país tuvo uno de los mejores desempeños macroeconómicos de Europa, pero los beneficios siguieron ausentes de los bolsillos y hogares. 

España creció más que el promedio conjunto de los miembros de la Unión Europea, por encima de Alemania, Francia e Italia; las listas oficiales registraron 550 mil ocupados más y la prima de riesgo cayó a 105 puntos básicos, la mejor en años. 

Sin embargo, los sindicatos y la oposición afirman que muchos de esos avances se lograron a cuenta de los trabajadores, con salarios deteriorados y pérdida de la calidad del empleo con la mayoría de los contratos temporales y a tiempo parcial.

El desempleo, argumentan, se redujo asimismo a cuenta de la disminución de la población activa, dado el aumento de la emigración, sobre todo del sector de los jóvenes y muy particularmente de aquellos con mejor preparación profesional.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, asegura que el año próximo será mejor y la población percibirá los beneficios, pero sus críticos opinan que no será así, pues la crisis derivó en una estafa mediante la cual los ricos ganan más y los pobres menos.

De momento la población no parece confiar en la mejoría y la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociales, dependiente del ministerio de Presidencia, volvió a reflejar el desempleo como la principal preocupación del 77 por ciento de los españoles.

En este contexto, el turismo se afianzó como rama de resultados relevantes al recibir 58,3 millones de visitantes en los primeros 10 meses y la perspectiva de cerrar con 63 millones, lo cual sería un récord histórico, casi tres millones por encima del logrado en 2013.

El incremento lleva a confiar en que el país supere el gasto de los turistas, registrado en 2013, de 59 mil millones de euros, aunque con alguna disminución del per cápita.

Un sector económico clave, el energético, abrió nuevas esperanzas con el inicio de las prospecciones en aguas de Islas Canarias, donde se estima pueden extraerse 140 mil barriles diarios durante 20 años, equivalentes al 10 por ciento de las importaciones.

Para lograr ese objetivo se enfrentan dos obstáculos básicos: confirmar los hallazgos y doblegar la férrea oposición del gobierno de esa región y un amplio sector de la población del archipiélago opuesta a los sondeos.

Según los críticos, la multinacional de bandera española Repsol manipuló informes de riesgo para minimizar el peligro que representa para el ambiente y el turismo, espina dorsal de la economía de esas islas.

Pese a una fuerte polémica de la constructora Sacyr con el gobierno de Panamá por la ampliación del canal (dos mil 243 millones de euros) las grandes constructoras consolidaron más del 80 por ciento de sus contratos en el exterior.

Los proyectos los encabezan la faraónica construcción de un tren rápido AVE a La Meca (seis mil 736 millones de euros) y el metro de Ryad (seis mil 70 millones de euros).

Un megacasino en Macao, autopistas en Canadá y Estados Unidos y un túnel bajo el Bósforo que conecta a Europa y Asia, figuran entre los principales contratos de las constructoras españolas que avanzan, pese a polémicas y algunos atrasos.

En términos macro, con el alza del producto interno bruto (PIB) en el tercer trimestre, la economía española acumuló cinco períodos consecutivos de crecimiento y la tasa interanual avanzó 1,6 por ciento.

Según el Instituto Nacional de Estadística, la aceleración es resultado del crecimiento de la demanda nacional y del mantenimiento de la externa, lo cual permitirá cumplir la proyección de crecimiento de 1,3 por ciento del PIB en 2014.

De acuerdo con la valoración oficial se consolida un modelo de crecimiento más estable, sostenible y sano, incluso con la estabilización de la construcción, que significó un lastre de la economía en el pasado.

Las buenas nuevas no son compartidas por la oposición ni los sindicatos: Tenemos una deuda de un billón de euros, que es el PIB de un año, con muchos acreedores e intereses, advirtió el coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara.

Para Lara y otros representantes de la oposición, el problema no es tanto el crecimiento del PIB, sino su distribución, que en 2014 en España continuó con la misma forma de embudo, la parte ancha para los ricos y la estrecha para los pobres.

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