martes, 23 de diciembre de 2014

El crecimiento de Reino Unido se desacelera en el tercer trimestre

LONDRES.- El gasto de los hogares elevó la recuperación económica de Reino Unido de nuevo en el tercer trimestre pese a una ligera caída en la renta disponible y un crecimiento de la inversión empresarial más débil de lo que se había comunicado previamente, según datos oficiales publicados el martes.

La economía creció un 0,7 por ciento en el periodo de julio-septiembre respecto al trimestre anterior, en línea con la estimación anterior y ralentizándose ligeramente respecto a una cifra revisada del 0,8 por ciento entre abril y junio.
En términos anuales, el crecimiento fue revisado a un 2,6 por ciento desde una lectura previa del 3 por ciento, mermado por una menor inversión empresarial y gubernamental y mayores importaciones de lo que se pensó en una estimación anterior.
El gasto de los hogares se elevó un 0,9 por ciento respecto al período de abril a junio, cobrando impulso respecto al segundo trimestre, y fue el principal motor del crecimiento.
El dato mostró que los consumidores recurrieron a sus ahorros. El ingreso disponible de los hogares después de impuestos e inflación bajó un 0,1 por ciento en el trimestre y subió sólo un 1,0 por ciento en términos interanuales, lo que reflejó un débil crecimiento de los salarios y ha planteado interrogantes sobre la debilidad de la recuperación económica.
Las débiles ganancias también han colocado el tema de los estándares de vida en el centro de la campaña de las elecciones británicas, que se celebrarán en mayo.
Las inversiones de los negocios, que son consideradas como algo crucial para asegurar que la economía siga creciendo, bajaron un 1,4 por ciento respecto al segundo trimestre y subieron un 5,2 por ciento en comparación a un año antes, dijo la Oficina Nacional de Estadísticas.
Ambas lecturas fueron más débiles a lo estimado previamente para el tercer trimestre.
La Oficina Nacional de Estadísticas también publicó datos de la cuenta corriente del tercer trimestre, que mostraron que el déficit británico frente al resto del mundo subió a 27.000 millones de libras esterlinas, equivalente a 6,0 por ciento del PIB, igualando al mayor déficit registrado.

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