domingo, 23 de noviembre de 2014

La crisis económica aumentó las desigualdades sociales en Francia

PARÍS.- La persistente crisis de la economía francesa en los últimos años aumentó las desigualdades y los problemas sociales en el país, sobre todo en los sectores más vulnerables, según reveló un estudio difundido esta semana aquí. El Instituto Nacional de Estadísticas y Estudios Económicos (Insee) publicó el "Retrato Social de Francia", un compendio de la situación nacional a partir de las perturbaciones financieras desatadas en 2008 y cuyos efectos negativos llegan hasta la actualidad.

La obra fue elaborada por diferentes equipos especializados y abarca temáticas como la integración familiar, el estado del mercado laboral, el estancamiento de los ingresos salariales, la situación de las personas sin techo y el fenómeno de la migración, entre otras.

De acuerdo con el Insee, entre 2008 y 2013 se registró una notable alza en el índice de desempleo de larga duración, es decir de aquellos que permanecen más de un año sin encontrar un puesto.

Este problema afecta al 40 por ciento del total de franceses en paro y entre ellos figuran los sectores más frágiles, los obreros, jóvenes sin calificación académica, madres solteras, migrantes y habitantes de barrios desfavorecidos.

Otro factor que incide en el alza de las desigualdades, señala el texto, es el estancamiento registrado en los salarios, cuya evolución se frenó como consecuencia de la crisis, mientras aumentaron los impuestos indirectos, como el del valor agregado.

Además, las mujeres continúan sufriendo una diferencia en sus ingresos del 26 por ciento respecto a los hombres en trabajos de igual categoría.

Una consecuencia directa de estos problemas es el incremento de entre 26 y 27 por ciento de personas necesitadas de un subsidio estatal o el apoyo de organizaciones sociales para enfrentar sus gastos de alojamiento, educación, alimentación y salud.

Al mismo tiempo, en las urbes francesas de más de 20.000 habitantes se registró un número creciente de familias carentes de techo, los conocidos aquí como "sin domicilio fijo".

Según el Insee, 102.000 personas, de ellas 31.000 niños, viven en las calles o reciben un albergue transitorio del Estado, los gobiernos locales o asociaciones de socorro.

Cerca de la mitad de los adultos sin domicilio son migrantes y muchos vienen de países de Europa central y del Este, afectados también por serias dificultades económicas, precisa la entidad.

Otros, una cuarta parte, son franceses con un empleo, pero sus salarios son tan bajos que no les permiten acceder a una vivienda.

El Retrato Social de Francia indica, por otra parte, que la llamada familia tradicional -dos padres con al menos un hijo- es el modelo mayoritario en el país, pero esta composición está cada vez más afectada por el volumen de ingresos del hogar.

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