PARÍS.- El primer ministro francés, Manuel Valls, dijo a sus ministros el viernes que descansen durante las vacaciones de agosto, pero que permanezcan alerta ante la perspectiva de malos tiempos para la economía. Apuntó riesgos negativos para el crecimiento y el espectro de la deflación.
El desempleo es también un problema. La tasa de desempleo en Francia del 10,1 por ciento en el primer trimestre de 2014 permaneció sin cambios frente al último trimestre de 2013. Pero las cifras mensuales muestran que las cifras totales de desempleo han continuado creciendo, alcanzando un récord de 3,39 millones en mayo.
Valls dijo que su gobierno tenía que seguir trabajando en las reformas emprendidas para ayudar a la segunda mayor economía de Europa a alcanzar a sus vecinos de crecimiento más rápido, principalmente recortando las cotizaciones sociales.
"He pedido a los miembros del Gobierno que descansen, pero que no bajen la guardia", dijo a los periodistas tras reunirse con su gabinete antes del paréntesis de agosto.
"Nuestra determinación seguirá siendo fuerte en las próximas semanas y meses porque el otoño va a ser difícil desde una perspectiva económica".
Valls proyecta un plan de ahorros de más de 50.000 millones de euros para reducir el déficit público de Francia por debajo del objetivo del 3 por ciento del Producto Interior Bruto para el año próximo. El país ya ha obtenido una prórroga de dos años.
Sin embargo, tanto la Comisión como el Fondo Monetario Internacional han dicho que consideran las previsiones de crecimiento de Francia demasiado optimistas. Los datos preliminares del PIB para el segundo trimestre se conocerán el 15 de agosto.
"Un crecimiento más débil del esperado en la zona euro supone problemas. El riesgo de deflación es real", dijo Valls.
Cuando se le preguntó si el Gobierno incumpliría el objetivo de reducción del déficit de nuevo, dijo: "Tenemos que esperar las cifras. Puedo decirles que el Gobierno no pretende ocultar nada, va a afrontar la realidad, que es la realidad de la eurozona".
Coincidencia
El presidente francés, François Hollande, y el primer ministro Manuel Valls, coincidieron hoy en señalar que la situación económica será complicada durante el resto del año y llamaron al gabinete obtener resultados rápidos en su gestión. Tras finalizar un seminario del Consejo de Ministros en el Palacio del Elíseo, el jefe de Estado reconoció que la población está impaciente y desea ver pronto transformaciones positivas.
El gobierno, dijo Hollande, debe dar pruebas de cohesión y concentrarse en lo esencial, como el empleo y el mejoramiento de la calidad de vida de la población.
Durante el encuentro, el último antes de las tradicionales vacaciones del verano, los miembros del ejecutivo analizaron un programa para estimular las inversiones e impulsar la economía.
También discutieron un plan destinado a ofrecer aprendizaje a medio millón de jóvenes sin calificación profesional para ayudarlos a insertarse en el mercado laboral.
Al término de la reunión Valls advirtió que el retorno a las actividades normales en septiembre será difícil debido al riesgo de un período de deflación en la zona euro.
Los precios evolucionan a su nivel más bajo desde 2009 y el crecimiento de la economía es mucho menor de lo esperado, dijo el jefe de gobierno francés.
Añadió que existe una crisis de confianza entre la sociedad debido al encarecimiento de la vida, las dificultades de vivienda y las inquietudes por el futuro.
Valls calificó el nivel de desempleo como "insoportable" e insistió en el polémico Pacto de Responsabilidad para enfrentar el flagelo.
Ese programa consiste en dar privilegios fiscales al sector privado por unos 30.000 millones de euros, a cambio de crear nuevas fuentes de trabajo e invertir en el país.
Más de tres millones 390.000 personas en edad laboral están sin ningún tipo de colocación, una cifra inédita en el país galo.
Entre los menores de 25 años la tasa de paro es casi del 24 por ciento, de acuerdo con las estadísticas oficiales.
Respecto al Producto Interno Bruto, éste permaneció prácticamente estancado durante los dos pasados años y en 2014 crecerá en solo siete décimas, según la mayoría de pronósticos.
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