TOKIO.- El Banco de Japón
mantuvo su programa de estímulo el martes y se apegó a su pronóstico de
que la inflación se acercará a su objetivo de un 2 por ciento el
próximo año, sin inmutarse por los recientes datos que arrojan dudas
sobre su escenario de una recuperación económica liderada por la
inversión.
El banco central recortó ligeramente su proyección de crecimiento
económico para el año fiscal en curso a marzo del 2015, en momentos en
que las exportaciones siguen siendo débiles y el gasto de los hogares ha
caído más que lo previsto después de una subida del impuesto sobre las
ventas en abril.
Pero el consejo de nueve miembros del Banco de Japón (BOJ, por sus
siglas en inglés) mantuvo sus proyecciones optimistas de inflación y su
opinión de que la tercera mayor economía del mundo continuará una
recuperación moderada cuando se reduzca el efecto del alza impositiva.
Tal como se esperaba, el BOJ mantuvo su marco de política, bajo el
cual se ha comprometido a aumentar la base monetaria en unos 60 a 70
billones de yenes (592.000 a 691.000 millones de dólares) al año a
través de compras agresivas de activos, en gran parte de bonos soberanos
japoneses.
"La economía de Japón probablemente continuará recuperándose
moderadamente como una tendencia" y el efecto de la subida del impuesto
sobre las ventas remitirá gradualmente, dijo el banco central en un
comunicado después de la decisión.
El BOJ ha mantenido el curso de su política desde que comenzó un
programa de estímulo en abril del año pasado, cuando se comprometió a
sacar a Japón de una deflación crónica y a acelerar la inflación al
consumidor a un 2 por ciento en aproximadamente dos años.
El gobernador del BOJ, Haruhiko Kuroda, ha enfatizado que Japón está
haciendo un avance constante hacia alcanzar la meta de precios, y cree
que la economía puede capear la subida del impuesto sobre las ventas a
medida que las mejores perspectivas económicas impulsen a las empresas a
aumentar los salarios y el gasto en capital.
Una serie reciente de datos ha puesto en duda ese escenario.
El gasto de los hogares y los pedidos de maquinaria -un importante
indicador de inversión- cayeron en mayo, lo que subraya la fragilidad de
la recuperación que hasta ahora ha sido impulsada por la demanda
interna en momentos en que las exportaciones no logran rebotar.
El BOJ revisó a la baja su previsión de crecimiento económico para
el año fiscal en curso a un 1,0 por ciento desde el 1,1 por ciento
proyectado hace tres meses, lo que aún está por encima de un aumento de
un 0,9 por ciento pronosticado en un sondeo de Reuters.
Pero el BOJ dejó sin cambios sus proyecciones de crecimiento para
los años fiscales 2015 y 2016, así como sus previsiones de que la
inflación al consumidor alcanzará un 1,9 por ciento en el próximo año
fiscal y un 2,1 por ciento el año siguiente.
El banco central mantuvo su evaluación de que el gasto de capital
está "creciendo de forma moderada" a medida que mejoran los beneficios
empresariales y que el gasto de los hogares se mantiene firme.
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