WASHINGTON.- Los progresos en la corrección de los
significativos desequilibrios en los pasivos externos acumulados por
varias economías deficitarias como las de España, Grecia, Irlanda o
Portugal se han producido a costa de sus respectivos equilibrios a nivel
doméstico, lo que principalmente se ha transformado en un fuerte
repunte del desempleo, según apunta un informe elaborado por técnicos
del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los pasivos externos de estas economías siguen siendo muy
elevados, señalan los autores del documento, que advierten de que "los
progresos con el reequilibrio externo se han producido a expensas del
equilibrio interno, especialmente con un desempleo sustancialmente más
alto".
Asimismo, consideran que la relativa debilidad de la demanda del
resto de países de la eurozona, incluyendo la de aquellos países con
superávit, está ralentizando el proceso de ajuste.
En este sentido, los autores recuerdan que cuando estalló la
crisis se detuvieron súbitamente las entradas de capitales y la liquidez
se evaporó y estas economías deficitarias sufrieron profundas
recesiones con fuertes incrementos del paro.
Desde entondes, los analistas consideran que las "fuerzas
primitivas" causantes de los desequilibrios externos han sido refrenadas
parcialmente, aunque advierten de que "son necesarios muchos más
ajustes adicionales para alcanzar el objetivo dual de restaurar el
equilibrio a nivel externo, con una posición sostenible de los pasivos, e
interno, lo que implica un crecimiento suficientemente alto y
sostenible para reducir el paro a niveles aceptables.
"Se han producido gradualmente ajustes relativos de precios",
apuntan los expertos del FMI, que cifran en un rango de entre el 10% y
el 25% la depreciación real efectiva de las tasas de cambio en los
países deficitarios.
"Estas depreciaciones han venido protagonizadas principalmente por
reducciones en los costes laborales unitarios como consecuencia de la
pérdida de empleo", señalan al mismo tiempo que recuerdan que, a pesar
del repunte tipicamente observado en las exportaciones, es el desplome
de la demanda interna, y de las importaciones, el responsable de gran
parte de la reducción de sus déficits corrientes.
"La tendencia no se ha visto acompañada por una demanda más fuerte
y menores superávits por cuenta corriente en otras partes de la
eurozona", apuntan los analistas, que subrayan que "los grandes déficits
corrientes en Grecia, Irlanda, Portugal y España se han reducido o
transformado en superávits principalmente porque las importaciones y el
potencial de crecimiento han caído drásticamente en relación a los
niveles precrisis".
De este modo, el informe considera que llevará tiempo que los
pasivos externos de las economías deficitarias caigan hasta niveles
similares a los de otros países de la eurozona, mientras que en los
países con superávit, como Alemania o Países Bajos, sus activos externos
continuaron incrementándose.
En respuesta a esta situación, los expertos reclaman políticas
macroeconómicas en apoyo de la demanda que devuelvan la inflación a
niveles consistentes con la estabilidad de precios a medio plazo,
ligeramente inferiores al 2%, así como un saneamiento de los balances
bancarios que mejoren las perspectivas de crédito e inversión, mientras
consideran "cruciales" reformas estructurales en los mercados laborales y
de productos.
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