MADRID.- Las tensiones geopolíticas que se han sucedido esta semana en Oriente
Medio -donde se ha recrudecido la violencia- y en Ucrania -donde un
avión civil ha sido supuestamente abatido por un misil-, irrumpieron con
fuerza en el mercado, pero solo de manera puntual, y no determinaron su
evolución semanal.
Y es que aunque estos dos hechos despertaron
los temores entre los inversores, no tuvieron posteriores repercusiones
en el mercado ni importantes desequilibrios en las bolsas.
En el
caso del mercado español, el principal selectivo español, el Ibex 35,
cerró la semana casi plano, con una caída del 0,11 %, mientras que la
prima de riesgo terminó estable en 144 puntos básicos.
Aunque el
siniestro del avión malasio en Ucrania, en el que han muerto 295
personas y el comienzo de la ofensiva terrestre israelí en la Franja de
Gaza, influyeron en el devenir de los mercados en la parte final de la
sesión del jueves y del principio del viernes, la semana ha terminado
estable, marcada por las idas y venidas del día a día.
Así, el mercado nacional ha pasado de subir todo a bajar todo, aferrándose a los 10.500 puntos, que perdió y volvió a recuperar.
Una
tendencia que también mantuvieron el resto de plazas europeas, que
cerraron la semana en positivo en la mayoría de los casos, ya que la
única que terminó a la baja fue la española.
La Bolsa de Fráncfort
registró un alza semanal del 0,56 %; Londres, del 0,89 %; París, del
0,44 %; Milán, del 0,59 %, e incluso Portugal, del 0,93 %.
La
Bolsa de Lisboa cerró con ganancias una semana que ha estado marcada por
el descalabro del Banco Espírito Santo (BES), que en las últimas cinco
sesiones se ha desplomado más de un 15 % ante la delicada situación del
Grupo.
Las dudas que suscitaba en el mercado la entidad lusa han
impactado más esta semana en el mercado que las tensiones geopolíticas,
ya que de nuevo suscitaba recelo entre los inversores la situación de
los bancos de la zona periférica de Europa a pocos meses de que se
conozcan los resultados de los test de estrés al sector que prepara el
Banco Central Europeo (BCE).
Este hecho ha provocado más caídas
que alzas en la banca española, cuyas acciones no obstante, se
encuentran en una situación mucho más ventajosa que hace dos años.
El
próximo jueves, el 24 de julio, se cumplen dos años desde que el Ibex
35 marcó mínimos desde 2003 al situarse por debajo de los 6.000 puntos.
En
esa jornada negra, el mercado nacional se vio arrastrado por las dudas
sobre la capacidad de España para cumplir con sus obligaciones
financieras, ya que la prima de riesgo marcaba récords al subir a 638
puntos básicos, con la rentabilidad del bono en el 7,62 %, un nivel que
los analistas consideran de rescate.
Ahora, dos años después la
situación de los mercados españoles es muy diferente, ya que el
rendimiento del bono nacional a diez años se sitúa en niveles muy
inferiores, en el 2,590 %.
Esta semana, el descalabro que pudieron
provocar en el mercado las tensiones geopolíticas y la maltrecha
situación del banco portugués se vio sofocado por Wall Street, que
mantiene su fortaleza en el entorno de máximos históricos.
En
cuanto al barril de crudo Brent, éste ha cerrado la semana en en 107,24
dólares, un 0,60 % menos, caída que sí se vio afectada por la
preocupación sobre el avión siniestrado en Ucrania, en tanto que el oro
acabó al alza, en 1.307.25 dólares.
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