sábado, 21 de junio de 2014

Portugal promete a la troika cumplir los objetivos pese al veto del Constitucional

LISBOA.- El Gobierno de Portugal prometió a la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que cumplirá las metas de déficit fijadas en los acuerdos con sus acreedores con medidas alternativas a los ajustes vetados por el Tribunal Constitucional.

El viceprimer ministro portugués, Paulo Portas, y la ministra de Finanzas, Maria Luis Albuquerque, expresaron así su compromiso en una carta divulgada por la prensa, que fue enviada a los organismos tras la renuncia de Portugal a los últimos fondos del préstamo internacional.
En la misiva, los ministros se comprometen a "identificar medidas alternativas para compensar" el impacto financiero de los recortes invalidados en el presupuesto estatal de 2014.
Las propuestas sustitutivas serán presentadas en los próximos meses y serán de "dimensión y calidad comparables" a las ilegalizadas por el Alto Tribunal, afirman.
Sin fijar un plazo exacto, el texto explica que las consecuencias "precisas" del fallo judicial "están siendo evaluadas" y, además, hay otra sentencia pendiente del mismo Tribunal sobre el presupuesto de 2014, que deberá conocerse en los próximos meses.
Por ese motivo, el Ejecutivo portugués, de signo conservador, consideró "preferible" presentar las reformas pertinentes cuando se conozca el impacto definitivo de todas las decisiones judiciales relacionadas con la legislación de las finanzas públicas.
El Gobierno portugués reafirmó que pretende continuar el "productivo diálogo" a través de los mecanismos de supervisión de la UE y el FMI definidos tras el fin del programa de asistencia financiera.
En el documento, los ministros comunican la decisión anunciada la semana pasada de prescindir del último desembolso del préstamo internacional, valorado en 2.600 millones de euros.
La ministra de Finanzas explicó la renuncia por considerar que había una "incompatibilidad de calendarios", ya que el Gobierno no podía presentar reformas alternativas en el plazo exigido por los acreedores para acceder a esos últimos fondos.
Portugal cerró el pasado 17 de mayo del programa del rescate después de tres años de severas reformas y ajustes acordados con la UE y el FMI para reequilibrar las cuentas estatales.
En 2013, el Gobierno portugués cumplió con la meta de reducir el déficit hasta el 5 %, este año espera disminuir el objetivo hasta el 4 % y en 2015 hasta el 2,5%.

Último año de legislatura con la austeridad

El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, cumple hoy tres años en el cargo marcados por la intensa austeridad, una carga pesada que intenta ahora dejar atrás para remontar en los sondeos y luchar por la reelección en 2015.
El dirigente conservador enfila el último año de legislatura por detrás en todas las encuestas, aunque cuenta con la mejora de la economía y del desempleo como su mayor activo para intentar dar la vuelta a la situación.
El líder del Partido Social Demócrata (PSD, centro derecha) cumple en julio 50 años y después de dirigir el país durante la peor crisis de su historia reciente, nadie duda en Portugal de que volverá a ser candidato en las legislativas del próximo ejercicio.
Mientras que el principal grupo de la oposición, el socialista, vive inmerso ahora en una nueva batalla interna por el poder en la que se dirimirá quién será su representante en esos comicios, Passos Coelho parece haber acallado las voces más críticas dentro de su propio partido, otrora numerosas y visibles.
Incluso su alianza con los democristianos lusos, gracias a los cuáles cuenta con mayoría absoluta en el Parlamento, pasa por un momento dulce después de que el pasado verano se desencadenara una crisis que colocó la coalición al borde de la ruptura.
El Ejecutivo apunta al cierre del rescate y el consecuente adiós a la troika como su principal logro durante este difícil período, y confía en que la todavía tenue recuperación económica se consolide para poder presumir de gestión.
Después de tres años consecutivos en recesión, se prevé que el país crezca en 2014 un 1,2 % y que el paro termine el ejercicio en torno al 16 %.
La entrada en el último tramo de la legislatura y la salida del programa de asistencia financiera se reflejan ya en el discurso público, con un Gobierno que habla ahora de "libertad", "reformas" y "optimismo".
Atrás queda la época en la que todo el debate giraba en torno a la evolución de la deuda lusa en los mercados, con un Ejecutivo de marcado perfil tecnócrata, extremadamente preocupado por las tasas de interés y siempre supervisado por los técnicos de la UE y el Fondo Monetario Internacional.
A pesar de la marcha de la troika y el cierre del rescate, las políticas de austeridad no han remitido en Portugal, todavía sujeto a la obligación de cumplir con sus metas de reducción del déficit público.
De hecho, una reciente sentencia del Tribunal Constitucional que anula varios recortes incluidos en los Presupuestos de 2014 obliga al primer ministro y al resto de su equipo a encontrar medidas alternativas para compensar su impacto en las cuentas públicas, lo que indefectiblemente pasará por sustituirlos por nuevos ajustes.
"Es difícil que consiga disociar su imagen de la austeridad, está muy marcada por esas políticas", argumentó en declaraciones a EFE el politólogo António Costa Pinto, quien participa como tertuliano en algunas de las tertulias televisivas más influyentes del país.
En su opinión, la percepción sobre Passos Coelho -considerado popularmente tanto dentro como fuera de las fronteras lusas como "el mejor alumno" de la troika- está ligada "a la coincidencia total entre el programa de la UE y el FMI y el programa del Gobierno", lo que consideró "penalizador al nivel electoral".
"Durante los dos primeros años de legislatura, el primer ministro nunca se independizó de la troika, nunca dijo que estaba aplicando medidas en contra de su voluntad", señaló Costa Pinto, quien recordó además que los Presupuestos de 2015 tampoco podrán introducir cambios radicales y seguirán recogiendo ajustes.
El primer ministro ha anunciado que pretende aliviar parcialmente los recortes ya a partir del próximo año, coincidiendo con la cita ante las urnas, aunque al mismo tiempo elevará ligeramente el tipo máximo de IVA -del 23 al 23,25 %- y la contribución que pagan todos los trabajadores a la Seguridad Social -del 11 al 11,2 %-.
El clima social en Portugal continúa enrarecido después de tres años de duro enfrentamiento entre el Gobierno, la oposición y los representantes de los trabajadores, y hoy mismo el mayor sindicato luso (CGTP) volvió a reunir a miles de personas en Lisboa en una manifestación contra la reforma laboral.
La protesta llevaba por título "Acabar con la política de derechas. El Gobierno a la calle", en una prueba más de las dificultades que afronta el primer ministro para quitarse la etiqueta de la austeridad y tener más opciones de las que hoy le auguran los sondeos para reeditar su victoria electoral.

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