KIEV.- Decenas de policías antidisturbios ucranianos se
retiraron el miércoles por la mañana de un campamento de protesta tras
avanzar contra los manifestantes durante la noche, en el movimiento más
importante hasta la fecha para hacer frente a semanas de protestas
contra el presidente Viktor Yanukovich.
Varias columnas de policías abandonaron sus posiciones en el
campamento principal en la Plaza de la Independencia y se retiraron de
los edificios del gobierno ocupados por manifestantes indignados por la
decisión de Yanukovich de cancelar un acuerdo comercial con la UE y
acercar a Ucrania a la órbita de Rusia.
Durante la noche habían despejado las calles cerca del campamento y
después rodearon el Ayuntamiento, donde los manifestantes que han
improvisado un hospital en el edificio ocupado usaron mangueras de agua
para impedir el asedio.
Este movimiento de cientos de policías vestidos de negro con escudos
y cascos fue el paso más audaz que las autoridades han ordenado hasta
ahora contra los manifestantes, aunque no estaba claro si estaban
preparados para usar la fuerza.
En juego está el futuro de un país de 46 millones de habitantes,
dividido entre la esperanza popular de unirse a la corriente europea y
las demandas de la antigua potencia soviética Rusia, que controla el
flujo del gas natural necesario para evitar la bancarrota.
En el principal campamento de protesta en la Plaza de la
Independencia, estrellas del pop, políticos y sacerdotes pedían a la
policía que no derramara sangre. Los políticos de oposición convocaron
protestas masivas para proteger la plaza y predijeron que Yanukovich
pronto sería derrocado.
La policía llegó al centro de la ciudad entre gritos de "Márchate,
criminal", en referencia a Yanukovich, que el mes pasado suspendió los
planes para firmar un pacto comercial con la Unión Europea y en su lugar
afianzar los lazos con Rusia.
Los movimientos de la policía comenzaron con la oscuridad cerca de
la Plaza de la Independencia, donde miles de manifestantes han mantenido
una vigilia entre el frío del invierno.
Los antidisturbios inundaron las carreteras hacia la plaza y se
movieron lentamente hacia el campamento principal, echando abajo algunas
barricadas. Decenas de manifestantes y policías resultaron heridos en
peleas, pero varios oficiales dijeron que tenían orden de no usar la
fuerza.
Pero la acción pareció detenerse al amanecer, cuando las
temperaturas en la capital tapada por la nieve marcaban ocho grados bajo
cero.
Muchos manifestantes dijeron que temieron ser atacados. Los
sacerdotes entonaron oraciones desde un escenario e instaron a la
policía a no usar la violencia. Ruslana, una estrella ucraniana del pop,
dijo a la policía a través de un megáfono: "¡No nos hagan daño!".
Los líderes europeos dicen que el pacto comercial con Ucrania
hubiera traído inversiones. Pero la industria de la era soviética del
país depende del gas natural ruso, dando a Moscú una gran influencia.
El primer ministro, Mykola Azarov, dijo el miércoles que había dicho
a los líderes europeos que necesitarían aportar a Kiev 20.000 millones
de euros en ayuda para Ucrania para firmar el pacto estancado con
Bruselas. Prometió que una reunión con responsables rusos prevista para
el 17 de diciembre no incluiría conversaciones sobre la unión a una
unión fronteriza dominada por Rusia.
Los países occidentales se expresaron en contra del uso de la fuerza.
"Estados Unidos expresa su disgusto con la decisión de las
autoridades ucranianas de llegar a la protesta pacífica de la plaza
Maidan de Kiev con policías antidisturbios, excavadoras y porras, en vez
de con el respeto por los derechos democráticos y la dignidad humana",
dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, en un
comunicado. "Esta respuesta ni es aceptable ni se ajusta a la
democracia".
La jefa de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, y la
asistente de la Secretaría de Estado de EEUU, Victoria Nuland, estaban
en Kiev como parte de una agresiva campaña diplomática para tentar a
Ucrania de vuelta a occidente.
Yanukovich dijo el martes que estaba comprometido con la integración
europea, pero que Ucrania no tiene más remedio que restablecer las
relaciones comerciales con Rusia.
El ministro del Interior, Vitaly Zakharchenko, hizo un llamamiento a la calma y dijo que no se asaltaría la plaza.
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