BERLÍN.- El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble,
considera que el rescate financiero articulado para Chipre, que obliga a
contribuir a accionistas, acreedores y grandes depositantes, debe servir como modelo para casos futuros.
En una entrevista difundida hoy por el semanario económico
alemán «Wirtschaftswoche», Schäuble asegura que «la participación de
accionistas, tenedores de bonos subordinados y después de depositantes
no asegurados debe ser la norma cuando un instituto financiero cae en
una situación difícil». Si no, argumenta el ministro alemán, «los bancos
lograrían grandes beneficios con negocios arriesgados, pero en el caso
de una quiebra, las pérdidas se cargarían sobre toda la sociedad».
«Eso no puede ser», apostilló Schäuble, que está
considerado como uno de los artífices, junto con el Fondo Monetario
Internacional (FMI), del formato del rescate chipriota, el primero de la
eurozona en el que se obliga a contribuir a los depositantes con más de
100.000 euros en sus cuentas.
Unas declaraciones similares del jefe del Eurogrupo, el
holandés Jeroen Dijsselbloem, desataron una fuerte polémica mediática y
turbulencias financieras pocos días después de que se cerrase el acuerdo
en torno a las condiciones del programa de ayuda financiera a Nicosia. «En lo sustancial, Dijsselbloem ha sido criticado de forma injusta. Y no por mi parte», indicó Schäuble a este respecto, recalcando su postura.
El ministro de Finanzas agregó sobre el rescate chipriota
que Nicosia no recibirá más dinero del exterior que los 10.000 millones
de euros comprometidos, frente a las recientes informaciones de que el
país precisaría realmente más de los 17.000 millones que conforman el
total del paquete (los 7.000 millones restantes los debe aporta la
propia Chipre).
La Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE)
ya han estimado que las necesidades financieras de Chipre de aquí al
primer trimestre de 2016 ascienden a 23 millones de euros.
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