PARÍS.- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE) alerta en su informe sobre el estado de la educación de
los países de esta organización más otros del G20 (grupo de países
desarrollados y emergentes) del aumento del número de jóvenes, de edades
comprendidas entre los 15 y los 29 años, que ni trabajan ni reciben
formación.
Su proporción alcanzó en 2010, año del que el estudio
ofrece los últimos datos, el 16 % en los países de la OCDE y la
organización estima que esta situación se ha visto agravada por las
consecuencias de la crisis económica mundial.
El organismo con sede en París advierte de que el paro
juvenil ha alcanzado niveles "alarmantes", lo que obliga a los países
que lo sufren a revisar sus programas de formación profesional y los
planes de actividades no formales de formación que ponen a disposición
de los jóvenes.
En el estudio se vuelve a destacar que contar con una
formación superior es el camino para integrarse de manera más fluida en
el mercado laboral y se advierte que en las familias con menos recursos
se detecta un aumento del número de jóvenes que ya no siguen estudios de
mayor nivel.
La educación superior, en riesgo
La recesión económica está detrás de la reducción del
dinero dedicado a la educación de los países de la OCDE, donde a pesar
de que se han mantenido en torno al 13% del gasto público, ha bajado en
19 de 32 Estados durante el período estudiado en el informe. En este
sentido, la OCDE también alerta del riesgo que significa para el acceso a
estudios superiores los recortes crecientes de la ayuda pública
provocados por la crisis económica y el aumento que se pide a familias y
alumnos para su financiación.
Aunque la organización estima que tiene sentido que los
ciudadanos asuman ciertos costes de la educación, advierte de que eso
puede conducir a la aparición de obstáculos para acceder a estudios de
mayor nivel. Así lo explicó el secretario general de la OCDE, el
mexicano Ángel Gurría, quien advirtió de las consecuencias que se pueden
dar. "Esos obstáculos pueden también impedir a los países que alcancen
sus propios objetivos en materia de incremento del nivel de formación de
sus poblaciones", afirmó Gurría.
La OCDE admite en su estudio 'Miradas sobre la educación
2012' que, "dado que las mutaciones de la economía mundial afectan al
mismo tiempo a los países y a los individuos, los países tienen que
dedicarse a encontrar el buen equilibrio entre una ayuda pública
adaptada para la educación y la obligación para alumnos y familias de
asumir algunos de los costes".
Problemas para costear los estudios
El estudio ha constatado que "los alumnos y las familias
soportan una parte creciente de los costes de la educación en numerosos
países de la OCDE". Se trata de una tendencia general que, según la
OCDE, "tiene sentido en la medida en que la mayor parte de los
individuos obtienen numerosos beneficios de la educación", pero advierte
que puede hacer que muchas personas se encuentren con "problemas
financieros importantes" si quieren seguir estudios superiores.
Lo que no ha cambiado es la constatación de que, a mayor
nivel de formación, más posibilidades de obtener un mejor salario
durante la vida laboral futura del estudiante. Así, mientras que en 2008
un joven con estudios superiores podía esperar ganar un 58% más que
otro con una titulación de nivel secundario, en 2010 esta ventaja subió
hasta situarse en el 67%, estimó la OCDE.
Por último, la organización agrega que la formación
superior es una mayor garantía para no caer en el desempleo, puesto que
en 2010 sólo el 4,7% de los titulados superiores no tenían trabajo,
frente a un paro que se disparó ese mismo año hasta el 12,5% para los
que sólo disponían de un nivel de educación inferior al segundo ciclo de
la enseñanza secundaria.
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