LONDRES.- El
ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, negó el viernes las
acusaciones de proteccionismo que pesan sobre su país, admitiendo sin
embargo que seguirá defendiendo el real, en una conferencia sobre
mercados emergentes celebrada en Londres.
"Se dice que Brasil es un país proteccionista. Yo quería protestar
contra esto y decir que no es correcto", afirmó en un discurso en la
High-Growth Markets Summit 2012, que reunió a expertos e inversores
potenciales.
Mantega citó la última clasificación de países más proteccionistas
elaborado por la organización Global Trade Alert, que sitúa a Brasil "al
final de la lista", encabezada por Argentina, Rusia, Estados Unidos y
China.
"Es verdad, nosotros tomamos algunas medidas de defensa,
principalmente en el ámbito cambiario, alguna medida tributaria. Sin
embargo, perdemos de largo con la mayoría de países que tomaron medidas
proteccionistas", agregó.
Y advirtió de que Brasil no permitirá que el real se valorice,
especialmente tras las medidas de estímulo adoptadas la semana pasada
por la Reserva Federal (Fed, banco central) de Estados Unidos.
"Estaremos atentos y tomaremos las medidas necesarias", dijo Mantega, el
hombre que acuñó la expresión "guerra cambiaria".
"No dejaremos que
haya una pérdida de competitividad para principalmente la industria
brasileña", prometió el titular de Hacienda desde 2006, primero con el
presidente Luiz Inácio Lula da Silva y ahora con Dilma Rousseff.
El gobierno brasileño ya tomó el año pasado medidas para frenar la
valorización de su moneda, que a mediados de 2011 llegó a negociarse a
más de 1,53 unidades por dólar, contra alrededor de 2 actualmente,
comprando reservas y aumentando las tasas a determinadas entradas de
recursos.
Mantega criticó una vez más la reciente decisión de la Fed, que el
pasado día 13 decidió lanzar una nueva serie de compras de títulos
adosados a deuda hipotecaria, a razón de 40.000 millones de dólares
mensuales, con el objetivo de estimular la demanda interna.
"La flexibilización cuantitativa no tiene mucha eficacia en la
recuperación de la economía porque se hace aisladamente, no en
combinación con una política fiscal. Entre tanto, acaba causando una
desvalorización del dólar y, por tanto, aumenta la competitividad del
producto estadounidense en el exterior", afirmó en este semanario
patrocinado por la revista Economist.
Mantega tenía programada también en esta jornada una reunión con el
titular de Finanzas británico, George Osborne, en su residencia oficial
del número 11 de Downing Street, que fuentes del ministerio en Londres
calificaron de "privada".
Antes de Londres, el ministro brasileño visitó París, donde también
se entrevistó con su homólogo Pierre Moscovici y con empresarios
interesados en invertir en el país sudamericano, que se ha convertido en
la sexta economía del mundo y espera crecer en torno a un 4% este año.
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