LONDRES.- La rentabilidad de los bonos españoles bajaba el viernes por cuarta
sesión consecutiva después de que el BCE relajase sus normas sobre
garantías para prestar dinero, lo que apoya la opinión de que los
responsables de la política monetaria están dando pasos para aliviar la
presión sobre España.
El BCE dijo que permitiría a las instituciones financieras
ofrecer un mayor abanico de activos, incluidos colaterales de menor
calidad, a cambio de efectivo en sus operaciones regulares.
La decisión está dirigida a quitar presión de los bancos
españoles, cuyo deterioro de activos ha llevado una fuerte restricción
en el acceso a la financiación del BCE.
Como los bancos españoles son los principales compradores de
bonos soberanos de España, la decisión del BCE ha ayudado a rebajar la
rentabilidad de los bonos españoles.
"El BCE tenía que hacerlo para ayudar a los bancos españoles,
darles algún tipo de alivio y que tengan una base suficiente de
colaterales", dijo Niels From, analista jefe de Nordea.
"Ha sido un movimiento importante para los bancos españoles y para España", añadió.
El rendimiento de los bonos españoles a 10 años bajaba 21 puntos
básicos al 6,41 por ciento. Después de haber tocado niveles de alrededor
del 7,3 por ciento esta semana, el rendimiento ha caído con los
inversores asumiendo que los responsables de la política monetaria
sentarán las bases para solucionar la larga crisis de deuda europea.
El ministro español de Economía, Luis de Guindos, dijo que España
pedirá formalmente el lunes ayuda europea para los bancos españoles,
tras conocerse que las auditorías independientes sugirieron que el
sector financiero español necesitaría hasta 62.000 millones de euros.
Los líderes de Alemania, Francia, Italia y España acordaron el
viernes que la UE debería adoptar una serie de medidas de crecimiento
por un valor equivalente al 1 por ciento del Producto Interior Bruto
(PIB) de la UE, dijo el primer ministro italiano, Mario Monti, tras una
reunión en Roma con sus homólogos de los otros tres países.
Las perspectivas a corto plazo se centran ahora en la posibilidad
de que la cumbre europea del 28 y 29 de junio respalde las expectativas
de algunos avances concretos en la integración fiscal y en si se
permite a los fondos de rescate de la región comprar deuda soberana.
Operadores dijeron que antes de la cumbre esperaban que el
mercado estará volátil y que el alivio por el movimiento del BCE podría
durar poco.
"Creo que es la reacción correcta (a la decisión sobre las
garantías), fue más amplia de lo que se esperaba", dijo un operador de
renta fija.
"No pensamos que este alivio dure mucho. Es un movimiento a corto plazo, otro parche", dijo.
Esto significa que los rendimientos de los bonos de países
periféricos de la zona euro probablemente suban la próxima semana,
dijeron participantes del mercado, pero que las perspectivas para los
Bunds alemanes eran menos claras.
Los futuros del Bund, que habitualmente se beneficia en tiempos
de crisis, bajaron 66 puntos básicos a 140,86 y están encaminados a su
mayor caída porcentual mensual desde febrero de 1994, según datos de
Reuters.
El impacto negativo para Alemania que temen los inversores por la
creciente suma de los rescates de la zona euro ha frenado el apetito
por los bajos rendimientos que ofrecen sus bonos.
"No estoy tan loco por los Bunds porque no estoy muy seguro de
que estén libres de riesgos", dijo Patrick Rudden, gestor de carteras de
Alliance Bernstein, que gestiona 200 millones de dólares de los 418.000
millones de dólares de activos de la compañía.
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