BARCELONA.- El presidente del Parlamento Europeo, Martin
Schulz, ha ensalzado al primer ministro italiano, Mario Monti, como
ejemplo del líder político que sabe comunicar ante toda Europa sus
medidas anticrisis.
Lo ha dicho en un encuentro con periodistas este miércoles en
Barcelona, al preguntársele cómo el Gobierno español puede mejorar su
credibilidad en la UE para recuperar la confianza.
Sin citar al presidente Mariano Rajoy, ha dicho que Monti
--excomisario europeo-- ha sabido explicar mucho sus medidas en Italia,
también ante la Eurocámara, y ha constatado que eso es por sí mismo una
"ventaja".
Schulz admite que los países del sur están sufriendo
especialmente la crisis, pero ha destacado que Italia remonta
precisamente gracias a Monti.
Además, ha pedido que la crisis no acabe dividendo
políticamente al continente entre el sur y el norte, y ha citado el caso
de Irlanda para constatar que la crisis no es sólo un problema de los
Estados meridionales.
En cuanto al protagonismo de Alemania en las medidas
anticrisis, el socialdemócrata alemán ha reconocido que el Gobierno de
la democristiana Angela Merkel está haciendo mucho por la UE y asumiendo
muchos riesgos por ella, pero no ha sabido comunicarlo, de manera que
el continente lo percibe como "limosnas" de un país rico.
Aun así, afirma que Alemania debe asumir tantos riesgos para estabilizar la UE, pero sin que se interprete como limosna.
Ha recordado un discurso del excanciller Helmut Schmidt para
avisar de que Alemania debe ayudar a los demás países a remontar: que el
centro de Europa ayude a la periferia en vez de optar por el egoísmo,
ha dicho, y da por hecho que no habrá ruptura Alemania-Europa porque los
partidos germánicos lo rechazarían.
Para él, la UE es la única respuesta a los retos del siglo
XXI, pero ha pedido unidad, y ha criticado que los líderes europeos
--como Merkel, Rajoy y Nicolas Sarkozy-- se jacten de ser responsables
de los logros de Europa cuando las cosas "salen bien".
Ha desmitificado la entente entre Merkel y Sarkozy ante la
crisis, afirmando que es "un amor a sexta o séptima vista", porque no
hay tantas coincidencias como parece, para lo cual ha contrastado sus
posturas sobre transacciones financieras, energía atómica y la relación
con Libia.
Sin embargo, reconoce que el eje franco-alemán es vital, hasta
el punto de que la canciller debe colaborar con François Hollande si
gana las elecciones francesas: augura que ella sabrá entenderse con él
porque es una mujer flexible.
Además del empuje franco-alemán, el presidente de la
Eurocámara ha afirmado que a Europa le falta visión de futuro, "valor y
fantasía" ante la crisis.
Como ejemplo, ha llamado a ser valientes apostando
decisivamente por las energías renovables, de la misma manera que Rusia
se ha enriquecido exportando su gas.
"¿Por qué no hacemos lo mismo con las renovables", se ha
preguntado, y ha dicho que para defenderlo no hace falta militar en un
partido verde, sino tener valor: ha subrayado que lo pueden aprovechar
especialmente España, Italia y Grecia, países del sur ricos en sol.
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