martes, 24 de abril de 2012

El Banco de España ve preciso culminar la reforma financiera lo antes posible

MADRID.- El subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, ha destacado la necesidad de que el sistema bancario ultime su reforma "en el menor tiempo posible" y que la economía culmine los ajustes macroeconómicos pendientes para que se reactive la demanda solvente de crédito.

   El 'número dos' del instituto emisor español ha subrayado que la mejor herramienta para que el crédito fluya en España es un sistema financiero integrado de bancos sólidos, si bien ha reconocido que la puesta a punto de este mecanismo requiere tiempo y perseverancia.
   Durante la VI Conferencia internacional de ABC sobre Europa y América patrocinada por el diario y el BBVA, Aríztegui destacó que hasta ahora las reformas en el sector financiero han conducido a procesos de consolidación tanto de cajas como de bancos y han supuesto un aumento de los saneamientos y la solvencia.
   Según sus previsiones, a lo largo de los últimos años y al término de 2012 el sistema bancario español habrá concluido un saneamiento de los balances de aproximadamente 148.000 millones de euros, lo que supone más de 14 puntos del Producto Interior Bruto (PIB), acumulando provisiones para insolvencias.
   Las últimas medidas del decreto aprobado por el Gobierno en febrero comportan un aumento significativo de las coberturas de en torno a 54.000 millones de euros, que se materializarán tanto a través de más provisiones para insolvencias (38.000 millones) como de requerimientos adicionales de recursos propios en forma de colchón de capital (16.000 millones) para hacer frente a incertidumbres "dificilmente superables de valoración del suelo", especificó.
   El subgobernador del Banco de España incidió en que la estrategia llevada a cabo por las autoridades hasta el momento se ha orientado con el objetivo de minimizar el coste de la reestructuración bancaria para el contribuyente. "No ha habido una utilización indiscriminada de fondos públicos", defendió.
   Aríztegui recalcó que se han evitado planes de recapitalización generalizados y se ha tratado a cada entidad de forma individualizada considerando sus necesidades específicas, y se ha primado la solución privada evitando conceder dinero público a fondo perdido.
   El objetivo de minimizar el impacto para el contribuyente es consistente con la necesidad de reducir el déficit público y compatible con la percepción de que el propio sector bancario tenía que contribuir a su saneamiento tras una época de bonanza, enfatizó el subgobernador.

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