jueves, 26 de enero de 2012

El gasto en presión política en EEUU cae tras 11 años al alza

WASHINGTON.- Empresas, sindicatos y otras organizaciones redujeron el año pasado sus gastos en grupos de presión por primera vez en una década, en medio de estancamientos políticos en la capital estadounidenses, aunque aun así invirtieron miles de millones de dólares en sus esfuerzos, según cifras publicadas el jueves.

Los empleados de estos grupos de presión han confirmado esa impresión, indicando que en 2011 hubo menos demanda de ayuda para influir en legislación.
Es probable que parte de la inversión, señalan, se haya desviado a influencia sobre acciones reguladoras, una actividad que según los partidarios de la transparencia podría estar sujeta a menos obligaciones de informes formales.
Hasta ahora, empresas, sindicatos y otros grupos han informado de gastos de 3.270 millones de dólares en 2011, según el Centro de Política Receptiva. Este centro bipartisano registra los gastos en esta partida que aparecen en informes presentados ante el Congreso de EEUU, y pide que se haga pública más información.
En 2010, en cambio, los gastos ascendieron a 3.510 millones de dólares
El centro indica que su cifra total para 2011 podría subir cuando se vayan revisando los informes entregados el pasado viernes, pero que no espera que la suma supere la de 2010.
Las cifras reflejan un descenso en la actividad del Congreso, que está en un periodo tranquilo tras haber aprobado importantes leyes en 2009 y 2010, apuntó el centro. Además, algunos informes de gastos en grupos de presión incluyen inversión en anuncios relacionados con elecciones, y en 2010 no se celebraron elecciones nacionales.
"El estancamiento político del 112º Congreso ha desacelerado el flujo de dinero a los mercenarios de K Street", dijo Sheila Krumholz, directora ejecutiva del centro. K Street Northwest es donde se encuentran muchas de las firmas de presión de la capital estadounidense.
La Cámara de comercio de EEUU, que tiene una gran variedad de corporaciones entre sus miembros, volvió a ser la mayor fuerza de presión con 44,2 millones de dólares dedicados a esa tarea en 2011. Pero eso es menos que los 100,2 millones de 2010, un año de elecciones de mitad de legislatura en el que la cámara gastó mucho en organización y propaganda.
No todas las corporaciones gastaron menos. Google gastó más que el doble que el año anterior, con 11,4 millones de dólares en 2010, señaló el organismo. También la Asociación Nacional de Inmobiliarias y la energética ConocoPhilips informaron de gastos récords en presión sobre Washington.
El registro de personas dedicadas a ejercer esta presión también se redujo por cuarto año consecutivo. En 2011 había 12.592 indicados según documentos federales, frente al máximo de 14.856 de 2007, indicó el centro.

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