martes, 22 de noviembre de 2011

Wall Street cae por quinto cierre seguido por temor a Europa

NUEVA YORK.- Las acciones estadounidenses cayeron por quinta jornada consecutiva el martes, con una pérdida de más de un cinco por ciento en ese período, después de que los costos de endeudamiento de España se anotaran nuevos máximos. Según los últimos datos disponibles, el promedio industrial Dow Jones cayó un 0,45 por ciento y cerró a 11.494,94 puntos . El índice Standard & Poor's 500 perdió un 0,41 por ciento y terminó extraoficialmente a 1.188,13 puntos, mientras que el Nasdaq Composite cedió un 0,07 por ciento a 2.521,28 puntos.

Wall Street cerró hoy con moderados descensos y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, se dejó el 0,46 % en una jornada marcada por la revisión a la baja de los datos del Producto Interior Bruto (PIB) de EEUU en el tercer trimestre.
Ese índice, que agrupa a treinta de las mayores empresas cotizadas en Estados Unidos, restó 53,59 puntos para terminar en 11.493,72 unidades, al tiempo que el selectivo S&P 500 perdió el 0,41 % (-4,94 enteros) hasta 1.188,04 puntos, y el índice compuesto del mercado Nasdaq el 0,07 % (-1,86 puntos) hasta 2.521,28 unidades.
El parqué neoyorquino, que vivió una sesión de altibajos, terminó finalmente a la baja influido por la rebaja en cinco décimas de los cálculos del PIB estadounidense en el tercer trimestre del año, desde el 2,5 % calculado inicialmente hasta el 2 %.
La noticia, unida al fracaso del "supercomité" bipartidista para reducir el déficit de EEUU y a los continuados temores a la crisis de deuda de la zona euro, pudo más en el ánimo de la jornada que el aumento de la flexibilidad y el alcance de los préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI), una noticia que había reducido temporalmente las pérdidas en el parqué neoyorquino.
Finalmente la mayor parte de los sectores de Wall Street cerró en terreno negativo liderado por el energético (-0,83 %), el de los transportes (-0,7 %) y el financiero (-0,63 %), este último tras las pérdidas de Bank of America (-2,19 %), Citigroup (-2,16 %) y Goldman Sachs (-2,08 %), entre otras.
Bank of America registró ese descenso un día en el que el diario The Wall Street Journal publicó que el mayor banco por activos de EEUU podría enfrentarse a acciones de las autoridades reguladoras si determinan como insuficientes los pasos que está dando la entidad financiera para fortalecer su negocio.
El descenso de ese banco lideró las pérdidas del Dow Jones, tan solo por debajo del productor de aluminio Alcoa (-2,22 %) y por encima de la aeronáutica Boeing (-1,85 %), el banco JPMorgan Chase (-1,67 %) y el conglomerado General Electric (-1,64 %), entre muchas otras.
Consiguió reducir considerablemente sus descensos la tecnológica Hewlett-Packard (-0,78 %), que inició la jornada con una caída superior al 4 % un día después de anunciar que ganó el 19,25 % menos en su ejercicio fiscal 2011, al tiempo que en el último trimestre ganó 239 millones de dólares, el 90,58 % menos interanual.
En el lado positivo del Dow Jones tan solo quedaron ocho compañías lideradas por la petrolera Chevron (0,79 %).
En el mercado Nasdaq el proveedor de contenidos audiovisuales Netflix cayó el 5,4 % un día después de reconocer que cerrará su ejercicio fiscal 2012 con pérdidas.
En ese mismo mercado sorprendió además el desplome del 14,89 % del portal de cupones de descuento Groupon, que cerró la jornada en 20,07 dólares, tan solo 7 centavos por encima de su precio de salida a bolsa, afectada por los nuevos planes estratégicos anunciados por una de sus principales competidoras, LivingSocial.
En otros mercados, el petróleo subió el 1,12 % hasta 98,01 dólares por barril, el oro subió a 1.702,4 dólares la onza, el dólar perdía terreno frente al euro (que se cambiaba por 1,3510 dólares) y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a diez años retrocedía al 1,92 %.

Bolsas europeas
Las bolsas europeas cerraron el martes su cuarta sesión seguida de descensos tras los rendimientos récord alcanzados en una subasta de deuda española, que mostraron que los inversores están escépticos ante una posible salida de la crisis de deuda.
El Tesoro español pagó los máximos rendimientos en 14 años para emitir bonos de corto plazo, lo que elevó los rendimientos de títulos españoles, italianos y franceses en el mercado secundario y pesó sobre los bancos de la zona euro, cuyo índice bursátil referencial cayó un 3.1%.
El índice FTSEurofirst 300 de las principales acciones europeas cerró con un caída del 0.6%, a 914.19 puntos.
Los volúmenes en el índice fueron tenues, un 79% de su promedio móvil de 90 días, lo que da muestra de la aversión de los inversores a realizar movimientos en el último día completo de operaciones para Estados Unidos antes del feriado del Día de Acción de Gracias del jueves.
Las acciones del sector de alimentos y bebidas fueron las de mejor comportamiento, en momentos en que los inversores buscaban refugio de un deteriorado entorno macro, después de que se conocieron datos más débiles a los esperado del PIB de Estados Unidos para el tercer trimestre.
La mayor economía del mundo creció a una tasa anual de un 2.0% en el trimestre de julio a septiembre, por debajo del 2.5% informado anteriormente, dijo el Departamento de Comercio.
Un deterioro en la confianza del consumidor ha hecho que las empresas se anticipen a una demanda más débil. Ante la resistencia en el gasto del consumidor, los analistas han indicado que las empresas tendrán ahora que modificar sus inventarios.
El incremento en los rendimientos de los bonos soberanos y las preocupaciones sobre las necesidades de capital han golpeado a los bancos de la zona del euro, cuyas acciones han perdido casi un 14% en las últimas siete sesiones.
Los papeles de Commerzbank , que descendieron un 15%, fueron los que tuvieron la mayor caída en el FTSEurofirst 300 en un volumen de más del doble de su promedio diario de 90 días.
Fuentes cercanas al prestamista alemán dijeron que podrían necesitar mucho más capital que lo previamente esperado para satisfacer un colchón de capital estructural de un 9% de activos para mediados de 2012, como requeriría el organismo supervisor bancario de la UE.
Los temores de que una crisis soberana y bancaria pudiese provocar una nueva contracción crediticia fortalecieron el reclamo del mercado para que el Banco Central Europeo lance un programa de alivio cuantitativo, una medida a la que se opone la mayor economía del bloque, Alemania.

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