jueves, 26 de mayo de 2011

El G-8 se reúne en Francia atento a la sucesión en el FMI

PARÍS.- Los dirigentes del Grupo de los Ocho permanecían reunidos el jueves en Francia, en una cumbre marcada por la crisis en los países árabes pero también por el debate en torno a la elección del nuevo director gerente del Fondo Monetario Internacional.

El club de las adineradas potencias industriales podría aprovechar la ocasión para reunir apoyo para la candidata francesa a la jefatura del FMI, pese al descontento de las economías emergentes, que quieren un mayor poder en el organismo financiero.
China elevó la posibilidad de más enfrentamientos por la posibilidad de que la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, reemplace a Dominique Strauss-Kahn, quien dimitió como director gerente del FMI al ser acusado de intento de violación.
Pekín exhortó a una "consulta democrática" sobre el puesto del FMI, haciendo dudar del anuncio francés de que Lagarde cuenta con el apoyo de China. Un funcionario francés dijo que Lagarde viajará pronto a Pekín.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo en una conferencia de prensa en París que si bien su país aún no ha adoptado una posición oficial, de manera "extraoficial" da la bienvenida a que mujeres muy cualificadas pudieran liderar organismos multilaterales.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, fue el anfitrión del almuerzo inaugural de la cumbre de 24 horas en la ciudad de Deauville, en la costa norte de Francia, donde se celebró la reunión en medio de una fuerte operación de seguridad. Un centenar de manifestantes de izquierda protestó contra el encuentro en la ciudad portuaria de Le Havre, a unos 40 kilómetros de distancia.
El G-8 está integrado por Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Japón y Rusia.
Respecto a la economía global, probablemente se discuta el futuro liderazgo del FMI y los esfuerzos de la Unión Europea para lidiar con las deudas soberanas que han llevado a varios estados que utilizan la divisa única a la crisis.
Los europeos, aparentemente con un apoyo tácito de Estados Unidos, han insistido en mantener la tradición de que el director gerente del FMI, creado tras la Segunda Guerra Mundial junto con el Banco Mundial - provenga de Europa - mientras el del Banco Mundial va a un estadounidense.
El papel del organismo financiero mundial en ayudar a rescatar a Grecia y otros estados endeudados de la UE ha sido citado por los dirigentes europeos como un factor para mantener el cargo en el continente.
No obstante, las economías de los llamados países BRICS - Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica - condenan el proceso para elegir un sucesor y exigen una mayor influencia. El otro candidato oficial hasta ahora es el mexicano Agustín Carstens
Un importante diplomático del mundo occidental dijo que en privado los países emergentes aceptan que Lagarde sea la elegida, pero que sostienen la candidatura de Carstens como una forma de dejar claro sus intenciones de liderar el FMI posteriormente.
En sus primeras declaraciones como candidata, Lagarde dijo que, de ser elegida, aspira a reforzar la "representatividad" del FMI y tener en cuenta a los países emergentes.

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