PARÍS.- El director general de Formación Profesional del Ministerio de Educación español, Miguel Soler, presentó hoy ante la OCDE las grandes líneas de política educativa de España para la próxima década, que pasan por reforzar la formación profesional y universalizar el dominio de los idiomas y las nuevas tecnologías.
"No estamos, ni mucho menos, tan mal como se suele decir en algunos ámbitos pero, por supuesto, siguen quedando cosas que mejorar", explicó Soler, en el marco de la Conferencia de Ministros de Educación que la Organización para Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) clausura hoy en París.
En ella, representantes de Educación de 34 países debaten durante dos días sobre los desafíos de la educación en los países más desarrollados del mundo frente a la crisis económica.
"El planteamiento que hemos hecho prácticamente la totalidad de los países es que, los que ya estamos convencidos de que hay que invertir más y mejor en educación tenemos que aprovechar esta situación para convencer al resto de la sociedad", agregó.
La apuesta española pasa por hacer avanzar el dominio de los idiomas, dotar a todos los alumnos del país de ordenadores y aumentar el número de trabajadores cualificados no universitarios que puedan aplicar sus conocimientos a sectores que están llamados vivir tiempos de esplendor, como el de las energías renovables, la salud, el cuidado de las personas dependientes o la educación infantil.
Formalmente, "la partida global de Educación ha disminuido un 7,3% en los últimos Presupuestos Generales del Estado", mientras que "en otros ministerios ha bajado en torno a un 15 o un 16 por ciento", indicó Soler.
El director general precisó que si se descuenta el aporte del 574 millones de la Ley Orgánica de Educación (LOE) y se suman los 510 millones de euros que invertirán anualmente durante la próxima década el Gobierno y los otros 510 millones de euros que aportarán las comunidades autónomas, la inversión total en Educación ha aumentado.
"Lo más significativo es la apuesta por la formación profesional, ya que crece un 400% el presupuesto, porque pensamos que hay un sector importante de la población que no tiene la cualificación necesaria para poder tener mayores posibilidades", afirmó.
Un mensaje que ha calado pues las matrículas en ese sector educativo han aumentado un 200% en los dos últimos años.
Esto responde a que "hay que dar una formación profesional adecuada para los nuevos yacimientos de empleo" como los sectores de salud, educación infantil, aplicación de la ley de dependencia o energías renovables, al tiempo que es preciso reestructurar el sector de la construcción para que cobren importancia ramas como la renovación de inmuebles o la concepción de edificios inteligentes, subrayó.
Además, España ha mostrado sus resultados en política de educación infantil, donde "está a la cabeza de la OCDE pues el 100% de la población está escolarizada a partir de los 3 años, a pesar de que sólo es obligatoria desde los seis".
"España es un ejemplo a seguir en la escolarización temprana", destacó Soler.
El director general reconoció que en materia de Educación, Finlandia sigue siendo una referencia, y explicó el éxito del país nórdico porque, por un lado, los mejores estudiantes son los que aspiran a convertirse en profesores y, por otro, hay una gran implicación de la sociedad en la educación.
Los profesores en Finlandia "tienen muy buen reconocimiento social, hay un procedimiento de selección riguroso, por lo tanto no se va en segunda o tercera opción", analizó Soler, quien agregó que en ese país, "las familias, los ayuntamientos y las instituciones de bienestar social saben que no basta sólo con lo que se haga en el sistema educativo, sino que tienen que colaborar, por ejemplo, los medios de comunicación".
"La educación en valores no se enseña sólo en la escuela", concluyó.
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