"Esta subida (de la tarifa eléctrica de último recurso o TUR) supone un incremento medio de 1,7 euros al mes por hogar. Los hogares acogidos al bono social no verán incrementada su tarifa eléctrica", dijo el ministerio en la nota.
Según Industria, el otro gran componente de la tarifa, los denominados peajes, mediante los que se retribuyen los costes regulados del sistema (uso de redes, primas de las energías renovables y otros conceptos), permanecerán congelados, como había propuesto el Gobierno la semana pasada.
El miércoles por la mañana, el Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMEL) había dicho que la subasta entre comercializadoras de electricidad de último recurso, que fija la parte variable del recibo de la luz para los pequeños consumidores españoles, marcó una subida de más del cinco por ciento en los precios.
Condenan la eventual subida
La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), de España, calificó hoy de inaceptable una inminente subida de la tarifa eléctrica en este país, donde la crisis golpeó fuertemente el poder adquisitivo de los ciudadanos.
En un comunicado, la CECU denunció que ese posible aumento, del orden del tres por ciento, se sumaría al alza del recibo de la luz de enero de 2010 (2,6) y al incremento del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que en julio último pasó de 16 a 18 por ciento.
Con esta nueva subida, los importes de la electricidad volverían a trepar este año muy por encima del actual Índice de Precios al Consumidor (IPC), advirtió la organización, con representaciones en todas las comunidades autónomas españolas.
La situación es aún más grave si se toma en cuenta que los sueldos, según cifras oficiales, escalaron en el segundo trimestre 0,4 por ciento de media y que el IPC, en ese mismo lapso, creció 1,6 por ciento.
A ello se añade, remarca el texto, que la tasa de desempleo en España continúa en cifras elevadas (más de cuatro millones de desocupados) y que las pensiones se congelarán en 2011, como parte del polémico plan de ajuste del gobierno.
Mientras los ingresos de los consumidores no sólo no suben al nivel del IPC, suministros básicos como la energía se incrementan año tras año muy por encima del indicador de precios con sucesivas pérdidas de poder adquisitivo por parte de las familias, señala el comunicado.
A juicio de la CECU, todo ello repercutirá sobre el consumo de los hogares y, en consecuencia, sobre las perspectivas económicas.
La confederación exige a las autoridades un diálogo serio y comprometido entre todos los involucrados en el sector (empresas, gobierno y consumidores) para lograr un acuerdo sobre el déficit tarifario.
Ese pacto, indica, debería evitar que en medio de la mayor crisis económica y de empleo de los últimos años, las familias vean disminuir año tras año su capacidad de compra.
La subasta entre comercializadoras de electricidad de último recurso, que fija la parte variable del recibo de la luz para los pequeños consumidores españoles, marcó una subida de más de cinco por ciento en los precios, informó hoy el Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMEL).
El coste fijado en la subasta tiene un peso del entorno del 50 por ciento en la fórmula para calcular la tarifa de último recurso, única que establece el gobierno tras la liberalización del mercado y a la que pueden acogerse casi 27 millones de hogares y pequeñas empresas.
Se trata de datos provisionales, pues el organizador de la subasta, OMEL, no dará a conocer las cifras oficiales hasta que reciba el visto bueno de la Comisión Nacional de Energía.
La administración central revisa las tarifas de acceso y último recurso cada tres meses.
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