Según cifras extraoficiales, el promedio industrial Dow Jones bajó un 0,5 por ciento, a 10.645,09 puntos. El índice Standard & Poor's 500 perdió un 0,59 por ciento, a 1.121,09 puntos.
El índice tecnológico Nasdaq Composite retrocedió un 1,24 por ciento, a 2.277,17 puntos.
El guiño de la Fed a los mercados no fue suficiente para sacar de las pérdidas a los indicadores de Wall Street, aunque al menos sirvió para alejarlos de los mínimos intradía.
El banco central ha anunciado que reinvertirá el dinero de sus inversiones hipotecarias en comprar bonos del tesoro a pequeña escala al reconocer que la economía necesita ayuda al estancarse la recuperación.
Nada más conocer la principal plaza bursátil del mundo el comunicado de la Fed, los índices salieron de sus mínimos intradía, pero no fue suficiente para invertir la tendencia y cerraron con pérdidas moderads. El Dow Jones de Industriales se dejó un 0,51%, hasta los 10.644 puntos, el S&P 500 cayó un 0,60%, hasta los 1.121 puntos y el Nasdaq tecnológico perdió un 1,24%, hasta los 2.277 puntos.
Al final la Fed tenía preparada una señal para los mercados financieros. Ni ha enunciado un nuevo plan de acción drástico ni ha vuelto a reiterarse en su mensaje habitual de los últimos meses. Bernanke y los suyos han anunciado que destinarán el dinero utilizado en la compra de los activos hipotecarios para adquirir bonos del Tesoro a pequeña escala para inyectar más liquidez en la economía.
Este mensaje tiene más que ver con dejar claro a los mercados que la Fed está dispuesta a actuar si las cosas empeoran, pese a que se trata de un pequeño paso comparado con lo que los analistas más partidarios de nuevas medidas cuantitativas esperaban de la Fed.
Lo cierto es que el banco central reconoce que la economía no va por el camino deseado. "El ritmo de la recuperación en la producción y el empleo se ha ralentizado en los meses recientes", refleja el comunicado de la Fed. Además, el regulador advierte de que "el ritmo de la recuperación económica probablemente será más modesto a corto plazo de lo previsto inicialmente".
El precio del dinero, por otra parte, se mantiene inalterado y suma un mes más en la franja mínima histórica de entre el 0% y el 0,25%, de la que no se mueve desde diciembre de 2008. Además, el texto del mensaje no cambia y Bernanke ha vuelto a remarcar que seguirán así "por mucho tiempo", como medida de apoyo para fomentar la recuperación económica.
El dato macroeconómico del día tampoco ha resultado nada positivo para mejorar la confianza de los inversores. Por primera vez desde finales de 2008, la productividad no agrícola retrocedió un 0,9%, sorprendiendo a las estimaciones de los inversores que esperaban una fuerte subida del 0,3%.
Intel y Alcoa fueron los dos valores que más sufrieron durante todo el día en el selectivo. El gigante de los microchips por una rebaja en la recomendación que los analistas de Baird han hecho sobre Intel. Sus acciones se dejaron cerca de un 4%. En el caso de Alcoa, el fabricante de aluminio también perdió un 3% después de que las importaciones de China hayan subido menos de lo esperado.
Otro de los movimientos más interesantes en la sesión de hoy lo protagonizaron las aseguradoras de bonos, dos de las más perjudicadas por la crisis financiera desatada en 2008. Así, los títulos de Ambac se desplomaron un 24% al confirmar que prepara su bancarrota al volver a presentar pérdidas trimestrales. Mejor le va a su compañera de sector MBIA, que repuntó un 5% al presentar beneficios superiores a los estimados por el mercado.
En el mercado de materias primas, el precio del petróleo, el barril Texas se depreció más de un dólar al cierre, aunque logró salvar el escalón de los 80 dólares, pese a que al AIE ha mejorado sus previsiones de precio para el cuarto trimestre y 2011, junto con un incremento de sus estimaciones en cuanto a demanda. Los valores energéticos se vieron perjudicados con la caída que experimentó el crudo. Chevron cedió un 0,3% y Exxon un 1%.
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