sábado, 26 de junio de 2010

Los líderes del G-8 buscan una postura común sobre déficits y crecimiento

TORONTO.- Los ocho países más industrializados del planeta se reunieron anoche en Huntsville (Canadá), donde buscaron salvar sus diferencias sobre la forma de sostener la frágil recuperación económica mundial y hallar una postura común sobre la reducción del déficit.

En la reunión de la cumbre del grupo de las ocho economías más desarrolladas (G8), todas las miradas estaban atentas a las posibles divergencias entre los líderes europeos, inclinados hacia el recorte del gasto, y los estadounidenses, temerosos de sofocar el crecimiento.

La canciller alemana, Angela Merkel, tendió la mano al insistir en que los miembros debían moverse con rapidez para cortar los déficits y garantizar la estabilidad financiera.

Pero tanto ella como los funcionarios estadounidenses dijeron que esto no representa una división con Estados Unidos y señalaron que Europa y las otras potencias del G8 buscan un balance entre la reducción de la deuda y el apoyo al crecimiento.

"He dejado claro que necesitamos un crecimiento sostenible y que este crecimiento y unas medidas de austeridad inteligentes no tienen por qué ser contradictorios", declaró Merkel a periodistas.

"La discusión no fue una controversia, hubo mucha comprensión mutua", señaló la canciller en Huntsville, balneario estival de la provincia de Ontario en el bosque canadiense y al borde de un lago.

Un alto funcionario estadounidense, hablando a condición de anonimato, confirmó que la reunión había sido positiva.

"El presidente (estadounidense, Barack Obama) ve la reducción del déficit como parte de una estrategia de crecimiento a mediano y largo plazo", dijo a periodistas un funcionario del Gobierno.

"Es absolutamente necesario dar los pasos necesarios para sostener la demanda y la recuperación económica que ha comenzado. Pero además todo tipo de estrategia de crecimiento de medio y largo plazo tiene que incorporar la consolidación fiscal", dijo.

El sábado, las conversaciones versarían sobre problemas de seguridad internacional.

La reunión del G8 (en la que participaron, además de Merkel y Obama y el anfitrión, Stephen Harper; Dmitri Medvedev de Rusia, Nicolas Sarkozy de Francia, Silvio Berlusconi de Italia, Naoto Kan de Japón y David Cameron de Gran Bretaña) será seguida de otra del G20 en Toronto este fin de semana.

"Debemos actuar en conjunto por una razón simple: esta crisis demostró -y continúa demostrándolo- que nuestras economías están estrechamente vinculadas", dijo el presidente estadounidense, Barack Obama. "Y la tormenta económica puede propagarse fácilmente", advirtió.

Europa ha sido afectada por una crisis de deuda soberana que ha llevado a miembros de la eurozona como Grecia al borde del 'default', lo que amenaza la estabilidad del euro y a algunas instituciones financieras europeas.

Merkel ha liderado el camino, al impulsar a los gobiernos a controlar sus déficits y ha prometido rebajar drásticamente el gasto. Gran Bretaña esta semana anuncio los mayores cortes en décadas. Pero otras capitales, como Washington, temen que un ataque dramático al gasto socave el mercado del empleo y la demanda.

Mientras tanto, en Toronto, cerca de 2.000 activistas protestaron ante la policía antimotines y se registraron algunos arrestos, pero ningún caso serio de violencia.

Además de acercarse a un acuerdo sobre el desafío económico mundial, los líderes anunciaron un paquete de 5.000 millones de dólares para ayudar a proteger la salud maternal y la infancia.

Por su lado Obama prometió contribuir con más de 1.300 millones de dólares en la lucha contra la mortalidad infantil.

En la noche del jueves el Congreso estadounidense se había puesto de acuerdo en un proyecto de reforma de la regulación financiera, que Barack Obama pretendía hacer valer ante sus homólogos.

Este sábado por la noche y el domingo, los líderes del G20 abordarán en Toronto temas como una tasa bancaria sobre las transacciones financieras.

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