domingo, 20 de junio de 2010

Los alemanes, los más inquietos de Europa pese a la recuperación económica

BERLÍN.- Su país es uno de los más ricos del continente y su economía vuelve a estar en forma, pero los alemanes son los más desconfiados de Europa en su comportamiento: consumen poco y ahorran mucho.

"Se inquietan más que nunca", destaca el instituto de coyuntura GfK en un estudio publicado este mes.

La lista de temores ha "explotado" y ningún país se preocupa por el futuro tanto como los alemanes, según esta investigación efectuada en Europa Occidental, Rusia y Polonia.

Los alemanes, sea cual sea su entorno social, se inquietan para empezar por el trabajo, tal y como ha venido ocurriendo desde hace veinte años, destaca el instituto GfK. Pero también se preocupan por la inflación, las jubilaciones o el sistema sanitario, cuestiones sensibles en un país que envejece mucho más rápido que sus vecinos.

La aseguradora Ideal Versicherung, especializada en clientes de más de 50 años de edad, constata que "la clientela tiene miedo del futuro", por lo que tienden a multiplicarse los contratos de seguros (accidentes, dependencia, exequias, etc) "para protegerse de todo", en palabras de su portavoz Gerald Herde.

Joachim Gauck, candidato a la elección presidencial del 30 de junio, enfatiza diciendo que "la mayoría de los alemanes lleva en su corazón el amor de la seguridad".

El miedo al alza de los precios, heredado de la hiperinflación de los años 1920 que hundió al país en una crisis favorable al ascenso del nazismo, ha vuelto con fuerza a raíz de la caída del euro, y uno de cada dos habitantes dice sentirlo. Según los economistas, como los alemanes temen que su dinero pierda su valor, prefieren ahorrarlo.

En efecto, el consumo alemán, eslabón débil de la primera economía europea, se mantiene flojo. El nivel de ahorro actual no había sido tan alto desde 1993, con una media del 15,2% del ingreso disponible, según la oficina de estadísticas.

"Hay un vínculo cualitativo entre envejecimiento de la población y consumo débil", explica el economista Irwin Collier, de la Universidad Libre de Berlín.

La proporción de los menores de 40 años es cada vez menor, mientras que la de los mayores de 60 no deja de avanzar. Sin embargo, "a partir de los 45 años, uno ahorra para la vejez, y a los 65 años, vuelve a gastar", y eso cuando hay dinero, lo que no es el caso de todos los pensionistas, añade Irwin Collier.

Además, "cuando se presentan tiempos inciertos, se retrasan los gastos que no son absolutamente indispensables, y se ahorra para el futuro. Es lo que está sucediendo en Alemania", según este economista.

Los estragos de la crisis financiera mundial han quedado atrás en Alemania. El mercado laboral ha resistido bien, las empresas vuelven a contratar, la producción aumenta, y las exportaciones, principal motor de la economía, están en forma.

Pero según el instituto GfK, los alemanes desconfían de la solidez de la recuperación.

"Hay sociedades en las que tradicionalmente se ahorra, por razones históricas o sociales. Alemania es una de ellas, como China, donde se ahorra para la vejez, puesto que no se puede contar con la jubilación", agrega Collier.

"Los consumidores alemanes siguen siendo los más ahorradores de la zona euro", enfatiza el economista Carsten Brzeski, del banco ING.

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