viernes, 26 de marzo de 2010

Zapatero y Van Rompuy prepararán las propuestas para la cumbre del G-20

BRUSELAS.- El Consejo Europeo acordó este viernes encargar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y al presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, preparar las propuestas que llevarán los 27 a la cumbre del G-20 que se celebrará los próximos 26 y 27 de junio en Toronto (Canadá).

Zapatero se felicitó del acuerdo alcanzado por los líderes europeos para elaborar una posición común. "El futuro económico de la UE no va a depender sólo de lo que hagamos como europeos, sino también de las reglas generales de la economía internacional", afirmó.

"No abordaríamos en toda su dimensión una estrategia económica de profundidad si Europa, como ha hecho hasta ahora, no sigue manteniendo la iniciativa en el ámbito de la economía internacional en el G-20", explicó el presidente del Gobierno.

España no es miembro del G-20 pero gracias a Sarkozy, que le cedió el asiento de Francia durante la presidencia gala de la Unión Europea, para que asistiera a la cumbre de Washington, en noviembre de 2008, Zapatero ha acudido a todas las citas convocadas desde entonces, la de Londres, en abril de 2009, invitado por el primer ministro británico, Gordon Brown, y la de Pittsburg (Estados Unidos) en septiembre de ese mismo año a invitación de Barack Obama.

La iniciativa de que sean Zapatero y Van Rompuy quienes coordinen la posición de la UE de cara a la cita de Toronto partió del presidente francés, Nicolas Sarkozy, según fuentes gubernamentales españolas. A la reunión del G-20 la Unión Europea acudirá con "una sola voz" aunque contará con "dos sillas", una para el presidente permanente del Consejo y otra para el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso.

Las mismas fuentes sostienen que España ha consolidado 'de facto' su presencia permanente en las cumbres del G-20. Así, además de Toronto, el presidente del Gobierno viajará a Corea a finales de año para la siguiente cita del club de países más industrializados del mundo y economías emergentes.

Los trabajos de la Unión Europea para la reunión de Toronto se centrarán en el fortalecimiento de la regulacion y supervisión de grandes entidades financieras, mayor transparencia en los mercados de derivados, especialmente en los seguros contra el impago de la deuda de los países, y en fuentes de financiación innovadoras, como una tasa mundial sobre transacciones financieras.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, explicó, por su parte, que antes de ir a Toronto la UE debe llegar a un acuerdo en algunos asuntos "clave" sobre la regulación de los servicios financieros, como los 'hedge funds', capitales bancarios o los seguros contra la deuda de los países, así como el paquete de supervisión, para que las autoridades puedan ponerlo en marcha a partir de 2011.

"Creo que es muy importante que Europa termine su propio trabajo para que en Toronto podamos mostrar a nuestros socios lo que hemos hecho en materia de regulación y supervisión, de manera que estemos en condiciones de jugar un papel en el ámbito internacional", dijo Barroso al término del Consejo. Al mismo tiempo, alertó, será importante que los líderes no "rebajen" sus ambiciones.

En este sentido, advirtió de que hay "algunas señales preocupantes", como que no todo el mundo tiene el mismo grado de compromiso para mantener el acento en la reforma de la supervisión financiera y en la lucha contra el proteccionismo.

"Es importante tener ideas nuevas", prosiguió Barroso tras insistir en que la UE puede animar al G-20 a avanzar hacia la creación de un fondo bancario pagado por las propias entidades que pueda utilizarse en caso de quiebra, así como para regular los fondos especulativos y productos derivados, áreas en las que la UE está, según Barroso, bien situada para poner sus iniciativas en la agenda del G-20.

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