miércoles, 27 de enero de 2010

Renfe, dispuesta a abandonar servicios deficitarios en España

MADRID.- Renfe está dispuesta a suprimir los servicios ferroviarios convencionales de viajeros que no ofrezcan rentabilidad a largo plazo en caso de que al Estado o a las comunidades autónomas correspondientes no les interese costearlos.

La operadora prevé determinar a lo largo de este año las conexiones que están dentro de este supuesto, que en cualquier caso no afectará a los servicios de Alta Velocidad (AVE), informó este miércoles el presidente de la empresa, Teófilo Serrano.

Renfe busca así separar operativa y contablemente los negocios que presta por encargo de la Administración (porque aunque no ofrecen beneficios cumplen una función social), de los que no tienen esta condición, dan ganancias y compiten con otros modos de transporte.

La operadora debe realizar esta diferenciación en su negocio por un doble motivo. Por un lado, porque así lo establece la política ferroviaria de la UE y, por otro, por el objetivo último de rentabilidad que la empresa se ha fijado en su nuevo plan estratégico 2010-2012.

Por estas dos razones "a partir de este año Renfe no puede mantener o poner en marcha negocio alguno que no sea rentable, porque no podrá recibir dinero público alguno que sea para sufragar un servicio público", explicó Serrano en rueda de prensa.

El grupo de servicios ferroviarios de servicio público está actualmente conformado por todos los de Cercanías y Medidas Distancias (tanto por líneas convencionales como los Avant y Lanzaderas), mientras que el segundo grupo de negocios lo conforman las Largas Distancias y el AVE, que están así exentos del examen de rentabilidad que realizará la empresa.

La compañía estima es que en la actualidad algo más de un tercio de su cifra de negocio por transporte de viajeros proviene de prestar los considerados de interés público.

No obstante, a lo largo de este año debe concretar y determinar línea por línea y servicio por servicio los que son o no rentables a largo plazo. En el caso de las que presenten pérdidas estructurales, sólo se mantendrán si el Estado o a las regiones afectadas deciden costearlas porque les interesa mantenerlas por razones de movilidad, cohesión territorial, sostenibilidad, entre otras.

Esta nueva definición del negocio figura en el 'decálogo' de retos que Renfe se ha fijado para elaborar su nuevo plan estratégico 2010-2012 que tiene como fin último la rentabilidad, la eficiencia y la orientación al cliente.

Entre el resto de puntos que servirán de base para la estrategia de negocio de la operadora en los próximos años, destaca la determinación de la empresa a dar el 'salto' al exterior consiguiendo un contrato de explotación ferroviaria fuera de España.

Renfe también redefinirá su oferta comercial para ajustarla a la demanda, potenciará el negocio de mercancías e industrial, y reforzará la colaboración con otros modos de transporte y su plan de ahorro de costes, con el que prevé un recorte de 70 millones de euros este ejercicio.

La operadora solicitará la colaboración de sus más de 14.000 trabajadores para elaborar el plan, que prevé tener listo en marzo y que será "flexible" para poder adoptarlo a la actual coyuntura económica.

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