jueves, 11 de junio de 2009

El déficit de EEUU se ahonda y el patrimonio neto merma en 1,33 billones de dólares

WASHINGTON.- Las familias estadounidenses perdieron 1,33 billones de dólares en los primeros tres meses del año debido a los efectos de la recesión en sus portafolios bursátiles y la contracción del valor de la vivienda.

La Reserva Federal sostienen que que el patrimonio neto de las familias cayó a 50,38 billones de dólares en el periodo enero-marzo, el nivel más bajo desde el tercer trimestre del 2004.

La contracción del primer trimestre representó una merma del 2,6%, 1,33 billones de dólares, frente al último trimestre del 2008. En el trimestre de octubre a diciembre del año pasado, el patrimonio neto bajó en un 8,6%.

El patrimonio neto de un hogar representa los bienes totales como el valor de la vivienda y el dinero depositado en el banco, menos las deudas como hipotecas y tarjetas de crédito.

También el mercado de las obligaciones estadounidense alcanzó un punto crítico, al sufrir por un déficit público que se ahonda y por emisiones de deuda colosales, que hacen que este tipo de inversión, normalmente muy segura, sea cada vez más arriesgada.

El Tesoro todavía se las arregla para encontrar compradores de sus obligaciones a 10 años, pero a un precio decepcionante. El rendimiento más elevado, aquel a partir del que es aceptada una oferta, subió a 3,99%, el más alto desde principios de agosto pasado, antes de que la intensificación de la crisis financiera hiciera que los compradores se arrojaran sobre la deuda pública estadounidense.

"Podemos decir que los inversores reaccionaron a la (última) oferta con gestos de cansancio", comentó John Jansen, un especialista en el mercado, y ex funcionario de la Reserva Federal (Fed), en su blog.

Al mismo tiempo, el rendimiento de la obligación a 10 años sobre el mercado secundario (títulos ya emitidos) subió acentuadamente, mostrando la inquietud de los poseedores de esta deuda. Llegó hasta 3,998%, "a un soplo de la barra del 4% que fue considerada por mucho tiempo como un nivel de alerta para la Fed", según analistas de Briefing.com.

En diciembre había caído a una marca histórica de 2,08%, y a finales de abril, todavía estaba bajo el 3%. Con un déficit público que revienta todos los techos (992.000 millones de dólares en los ocho primeros meses del ejercicio presupuestario, entre octubre y mayo), el mercado se aventuró este año en aguas desconocidas.

El Tesoro dijo el miércoles que tomó 1.21 billones de dólares sobre esos ocho últimos meses, y que sería forzado de tomar todavía 1.5 billones en los próximos cuatro. Los mercados absorberán sin duda tales montos, pero una interrogante planea con insistencia desde hace varias semanas: ¿a qué precio?

Ante de la comisión de presupuesto de la Cámara de Representantes, el presidente de la Fed Ben Bernanke destacó hace una semana la necesidad para el país de evitar "un tipo de círculo vicioso" donde la suba de la deuda y los tipos de interés se alimentan mutuamente. Este guión es sin embargo en el que creen muchos observadores.

Debates se agitaron en la prensa sobre la probabilidad de que Estados Unidos pierda su calificación "AAA" de las agencias de notación, la mejor posible. Así parece poco probable un alza de las tasas de interés de la Fed, aunque se menciona en los mercados. Un aumento pondría en jaque todo el edificio de la política monetaria de la Fed.

Compró desde fines de marzo 156.500 millones de dólares en bonos del Tesoro, sobre los 300.000 millones a los cuales se comprometió, precisamente para hacer bajar los tipos de interés.

En principio muy eficaz para destrabar los mercados del crédito, esta intervención fue barrida por temores de un brote inflacionario y la voluntad de extranjeros (chinos, rusos y otros) de diversificar sus activos en detrimento del dólar.

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