miércoles, 3 de junio de 2009

Ecuador espera 7.000 millones de dólares por no explotar petróleo en Amazonia

QUITO.- Ecuador aspira a obtener 7.000 millones de dólares con su innovadora estrategia de evitar la emisión de CO2 al dejar bajo tierra 850 millones de barriles de petróleo en la selva de la Amazonia, donde habitan los últimos indígenas nómadas en aislamiento voluntario.

"El mecanismo no cae dentro del mercado del carbono y plantea que vamos a dejar el petróleo bajo tierra para no emitir 410 millones de toneladas de CO2", dijo Roque Sevilla, promotor del proyecto, este miércoles.

Ecuador planea emitir Certificados de Garantía Yasuní (CGYs) como si fueran bonos de carbono (CER) que se negocian en el marco del Protocolo de Kioto y que actualmente se cotizan en 17,28 dólares por cada tonelada de CO2.

"Estamos proponiendo emisiones evitadas, que ni siquiera permitimos que salga del suelo el carbono que está atrapado y llegue a contaminar la atmósfera", señaló Sevilla, presidente del Consejo Administrativo de la iniciativa Yasuní-ITT.

Los yacimientos petroleros localizados en la Amazonia de Ecuador se han convertido en un dilema para un gobierno que se dice respetuoso del medio ambiente y al mismo tiempo integra la OPEP y se financia con la venta del crudo.

Los campos ITT están dentro de la zona intangible del parque amazónico Yasuní (300 kilómetros al este de Quito), que tiene 950.000 hectáreas y fue declarado refugio del pleistoceno (por sus fósiles de organismos biológicos modernos) y reserva mundial de biosfera por la UNESCO en 1989.

Además de albergar el 20% de las reservas totales de crudo de Ecuador, en el Yasuní viven los indígenas Taromenane y Tagaeri, los últimos de la comunidad Waorani que evitan ser contactados y que no han podido ser cuantificados. "Viven en libertad absoluta", dijo Sevilla.

El Consejo del Yasuní-ITT viajará a Europa a proponer el proyecto, según su presidente, que dijo que visitará Inglaterra entre el 15 y 17 de junio y Alemania el 18 y 19.

Mediante los CGYs Ecuador prevé obtener 7.000 millones de dólares en 10 años para proteger los 40 parques nacionales -con la mayor biodiversidad del mundo- y los territorios de comunidades indígenas y de negros, y para reforestar 1 millón de hectáreas y luchar contra la pobreza.

En principio el Gobierno planteó una indemnización internacional de 350 millones de dólares anuales durante una década. La cifra correspondía a la mitad de lo que podría recibir por explotar el crudo en el Yasuní, donde en cada hectárea hay 1.000 especies forestales que corresponde a todo lo que existe en Norteamérica, incluido México.

"El mecanismo es altamente viable, vamos a comenzar este proceso de venta", dijo Sevilla. Alemania y España financiaron estudios que determinaron probabilidades de éxito del novedoso plan para evitar contaminar el ambiente y proteger uno de los lugares con mayor biodiversidad del mundo, agregó.

Los Gobiernos serían los compradores de los CGYs a cambio de dejar a perpetuidad 20% de las reservas petroleras de Ecuador bajo tierra, señaló, explicando que los recursos alimentarán un fondo administrador internacional.

Ecuador promueve desde 2007 el proyecto, que fue presentado por el presidente Rafael Correa ante la ONU.

La Unión Europea (UE) apoya el "pionero" plan, dijo el embajador Francisco Carrión, representante presidencial en el Consejo del Yasuní-ITT. "No hay un caso similar en el mundo, no ha habido antes una propuesta de esta naturaleza, lo cual genera una enorme ola de simpatía", agregó.

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