martes, 12 de mayo de 2009

Iberia anuncia un ERE temporal para hacer frente a la crisis

MADRID.- Iberia ha anunciado que negocia con los sindicatos de la compañía la puesta en marcha de un Expediente de Regulación de Empleo temporal para hacer frente a la crisis económica, que ha golpeado con dureza sus resultados.

El ERE afectará a toda la compañía, aunque tendrá "especial incidencia en aquellas áreas que mayor reducción de actividad están sufriendo". De momento no se ha facilitado cuántos trabajadores se verán afectados. La medida forma parte de un plan de contingencia más amplio para ahorrar entre 110 y 115 millones de euros este año.

Asimismo, se aplazarán inversiones por entre 80 y 90 millones, con lo que el ahorro total será de 200 millones. El anuncio se produce después de que la aerolínea publicara sus resultados del primer trimestre, periodo en el que registró unas pérdidas de 92 millones de euros.

Iberia ha puesto en marcha un severo plan de contingencia para hacer frente a la fuerte caída de la demanda y de los ingresos, que ha provocado unas pérdidas de 92,6 millones de euros en el primer trimestre de 2009.

Dicho plan permitirá reducir las pérdidas entre 110 y 125 millones de euros, además de un recorte de inversiones por unos 80-90 millones de euros. Incluye cuatro tipos de medidas: recorte de capacidad, reducción de costes laborares, reducción de gastos de compras y costes externos y revisión del plan de inversiones, en este caso para aplazar aquellas que no estén dirigidas a la mejora del servicio al cliente o no tengan impacto directo en la cuenta de resultados.

Entre las medidas de reducción de costes, además de las actuaciones ya anunciadas de reducción de capacidad, el plan de contingencia contempla un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de caracter temporal, para el que ya se han iniciado las conversaciones con los sindicatos. Será de carácter transversal a toda la compañía, con especial incidencia en aquellas áreas que mayor reducción de actividad están sufriendo. Además, no se renovarán contratos eventuales y se suspenderán incorporaciones previstas.

Con respecto a los salarios, se prevén medidas de contención salarial, la revisión de los deslizamientos y la congelación salarial de los directivos. También se reducirán los gastos de alquileres de oficinas y se abandonarán inmuebles y espacios industriales por lo que está previsto liberar en torno a 20.000 metros cuadrados.

Se reducirá la flota de vehículos de la compañía que se utilizan para desplazamientos entre las distintas instalaciones industriales y se revisarán los contratos con los proveedores para reducir precios y encontrar modelos de colaboración. También se reducirán las asesorías técnicas y se revisarán los desarrollos informáticos. Está previsto que todas estas medidas de reducción de gastos tengan un impacto en la cuenta de resultados de entre 110 y 125 millones de euros.

Además, se van a aplazar todas las inversiones que no estén dirigidas a la mejora del servicio al cliente o las que no tengan impacto directo inmediato en la generación de resultados, con un ahorro de entre 80 y 90 millones de euros. Esto supone que se aplazará la construcción del edificio de firmas de tripulaciones en Barajas y distintas obras en gerencias del extranjero y en el edificio de carga.

La compañía revisará tambien las inversiones en sistemas informáticos, aplazando aquellas que no estén ligadas a la operativa del negocio. Por el contrario, se mantienen todas aquellas inversiones para mejoras en el servicio al cliente, como los 7 millones destinados a las mejoras de las salas VIP en el hub de Madrid y otros destinos. También se mantendrá la inversión en la renovación de la clase turista de largo radio.

Iberia asegura que el ajuste de capacidad se hará de forma selectiva y temporal, y no supondrá la retirada de ningún mercado sino la supresión de alguna frecuencia en las épocas y horarios de menor demanda, y siempre de manera temporal y preservando los mercados estratégicos de la compañía. Para ello, y desde este mismo mes de mayo, se van a reducir en 5 el número de aviones A-320 en operación.

Adicionalmente, se va a aplazar la entrega de aviones previstos, los que estaban en wet lease se operarán en propio y se utilizarán aviones más pequeños en determinadas rutas o franjas horarias.

La aerolínea asegura que el objetivo de todas estas medidas es "adaptarse rápidamente al entorno y salir fortalecidos de la crisis habiendo protegido los mercados más importantes, la solidez financiera de la empresa y el balance, además de la cuenta de resultados".

El Grupo Iberia registró un resultado consolidado de 92,6 millones de euros de pérdidas en el primer trimestre de 2009, como consecuencia principalmente del profundo impacto que está teniendo la crisis económica global en el sector de transporte aéreo.

Los ingresos de explotación disminuyeron un 15,6% debido a la debilidad del tráfico aéreo en la mayoría de los mercados internacionales y, en particular, en el mercado español, también a la caída del tráfico de negocios y a las acentuadas presiones sobre los precios.

Otros factores extraordinarios, fueron según la compañía "las disrupciones provocadas por los pilotos trabajando a reglamento o las fuertes nevadas que se produjeron durante el mes de enero que tuvieron, asimismo, un impacto negativo en los ingresos del trimestre".

Los gastos de la compañía se elevaron en el primer trimestre hasta los 1.245,7 millones de euros, lo que se traduce en un 6,45% menos (87,2 millones menos). El combustible para los aviones se llevó una partida de 289 millones de euros, lo que supone un descenso del 11,7% con respecto a la destinada en el mismo trimestre del año anterior, debido a un menor consumo (-8,5%) derivado de la reducción del volumen de actividad (-6,1%) y de la mayor eficiencia de la flota.

La reducción de la oferta en un 6,1% fue superada por la caída de la demanda (-9,5%). El coeficiente de ocupación descendió 2,9 puntos respecto al año anterior, situándose en el 76,5%, "pese a que sigue siendo el más alto en el trimestre entre las compañías europeas comparables". Por su parte, los gastos de explotación disminuyeron un 6,3% respecto al primer trimestre de 2008, con descensos en la mayoría de las partidas, lo que amortiguó el efecto de la caída de los ingresos.

La plantilla descendió un 4%, y la utilización media de la flota se incrementó un 3,4%, manteniéndose en el nivel más alto de la historia de la compañía (diez horas por avión y día). Por su parte, el negocio de mantenimiento continuó aumentando su facturación a terceros (un 6,3% respecto al año anterior), representando el 7,2% de los ingresos de explotación totales del primer trimestre.

La compañía asegura que mantiene una sólida posición patrimonial y un elevado saldo de disponible (inversiones financieras a corto plazo y efectivo), que se situó en 2.252,3 millones de euros a 31 de marzo de 2009. No obstante, la aerolínea advierte de que "de mantenerse a lo largo del año las actuales circunstancias, excepcionalmente difíciles", es improbable que la compañía obtenga un resultado positivo en 2009.

Según recuerda la aerolínea, la crisis económica mundial está teniendo "un impacto muy significativo" en el conjunto del sector, cuya demanda ya se había debilitado en 2008 y se ha visto acentuada en el primer trimestre del año.

"El sector aéreo en España se enfrenta a unas circunstancias excepcionalmente difíciles", insisten desde la aerolínea, que sufre los efectos de la recesión económica y de la importante competencia que supone el AVE especialmente en rutas domésticas como Madrid-Málaga y Madrid-Barcelona desde su implantación en febrero de 2008.

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