Kaoru Yosano destacó que las medidas de estímulo, que fueron aprobadas recientemente en el poder legislativo, podrían alentar gradualmente cambios básicos estructurales en la economía a fin de alentar el crecimiento y apartarla de su actual dependencia de las exportaciones.
Enfatizó, sin embargo, que se necesita más tiempo para ver los efectos de los programas, que van desde ayuda a los negocios de paneles de energía solar hasta la reducción de las tarifas de peaje.
"Esto no sucederá de la noche a la mañana, pero debemos avanzar hacia una economía basada en el mercado interno", destacó Yosano durante un programa de televisión por la cadena nacional Asahi.
El paquete abarca unos 150.000 millones de dólares (15 billones de yenes) en gasto gubernamental, que incluye reembolsos fiscales para los contribuyentes con el objeto de estimular el consumo.
Yosano dijo que el gobierno se ha propuesto evitar un aumento del desempleo a su nivel récord de 5,5% y dijo enfáticamente que el paquete de estímulo creará puestos de trabajo. Sin la asistencia del gobierno, Japón podría ver que otros tres millones de personas pierdan sus empleos, añadió.
Algunos sectores sospechan que el paquete de estímulo simplemente está colmado de programas destinados a atraer votantes al acercarse las elecciones nacionales a fines de año.
La tasa de desempleo aumentó en marzo a 4,8%, su mayor nivel en cuatro años. La demanda mundial ha decrecido para productos de las principales empresas japonesas, como Toyota Motor Corp., Sony Corp. y Toshiba Corp., que consecuentemente han reducido sus planillas laborales.
No obstante, Yosano, uno de los legisladores más influyentes del gobernante Partido Liberal Demócrata, expresó esperanza que la recuperación llegaría a fines de este año.
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