martes, 28 de abril de 2009

La gripe porcina podría significar nueva amenaza a economía de EEUU

NUEVA YORK.- La economía de Estados Unidos, que ha mostrado signos tentativos de recuperación, enfrenta una nueva amenaza potencial: la gripe porcina. Si ésta se extiende podría golpear al turismo, al sector de transporte y al de alimentos.

Con la economía estadounidense y global ya en un estado frágil, otro golpe severo podría revertir cualquier progreso logrado en aliviar la recesión.

La Unión Europea recomendó no viajar a Estados Unidos y México si no es muy necesario, mientras que los preocupados inversionistas de Wall Street vendieron acciones de aerolíneas, hoteles, operadores de cruceros y de algunas compañías de alimentos por temores de que la gripe pudiera contraer la demanda de los consumidores.

Pero al menos tres aerolíneas importantes señalaron que sus operaciones prosiguen normalmente y que no tienen ninguna cancelación de vuelo a México.

Brian Bethune, economista de IHS Global Insight, dijo, "se puede polemizar que la gripe porcina amplifica los riesgos de retroceso de la economía".

La economía estadounidense podría terminar contrayéndose un poco más de lo ahora esperado. Pero la mayoría de los expertos no piensan que un brote de gripe porcina por sí mismo eliminaría muchos empleos en Estados Unidos o empeoraría severamente la economía.

Simon Johnson, ex economista en jefe del Fondo Monetario Internacional y profesor de la Escuela Sloan de Administración y Dirección de Empresas del Instituto Tecnológico de Massachusetts, visualiza sólo un "golpe pequeño" a la actividad económica en Estados Unidos: únicamente unas décimas de punto porcentual.

Pero si el problema persiste por meses, se propaga ampliamente y lleva a casos generalizados de gripe, o incluso muertes en el país, el daño podría ser más severo. Podría retrasar una recuperación económica hasta el 2010, dijo Mark Zandi, jefe economista de Moody's Economy.com.

"La confianza del consumidor ya está desgastada, y algo como eso la empujaría al borde", señaló.

Sherry Cooper, jefe economista de BMO Capital Markets & BMO Nesbitt Burns, dijo: "Lo último que necesitamos es una razón adicional para recortar el gasto, eliminar los viajes e introducir restricciones comerciales".

En el peor de los escenarios, Bethune señaló que la economía de Estados Unidos se contraería este año un 0,3% adicional a su pronóstico de una caída de 3,5%. Esto equivale a una pérdida de actividad económica de cerca de 50.000 millones de dólares, apuntó. El FMI ha pronosticado que la economía estadounidense se contraerá 2,8% este año.

Tanto el pronóstico de Bethune como el del FMI marcarían el peor resultado desde un desplome de 11% en 1946.

Un temor grande es que los consumidores asustados reducirán su gasto en viajes, comidas en restaurantes y visitas a centros comerciales.

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