viernes, 24 de abril de 2009

El G-7 cree que la economía mundial volverá a ponerse en marcha este año

WASHINGTON.- La economía mundial debería volver a ponerse en marcha este año, aunque persisten los riesgos, estimaron este viernes los responsables financieros de los países ricos (G-7) antes de celebrar una corta reunión sin grandes resultados con los países emergentes dentro del G-20.

Los siete países más ricos del mundo se comprometieron a lanzar "todas las acciones necesarias" para un retorno al crecimiento, y en particular a "continuar inyectando capital en las instituciones financieras", según el comunicado final de la reunión de sus ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales.

Todos ellos se reunieron luego con sus colegas de trece países emergentes (G-20) para abordar los compromisos de enfrentar la crisis, y además temas delicados como la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Esta segunda reunión, celebrada como la primera en el Departamento del Tesoro estadounidense, se cerró por el contrario sin ningún anuncio ni comunicado final.

Los miembros del G-20 discutieron sobre cómo aplicar las medidas adoptadas en Londres por sus líderes, hace tres semanas, se limitó a indicar el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet.

"Este ha sido el leitmotiv de gran número de participantes: hemos decidido muchas cosas, tenemos que aplicarlas lo más rápidamente posible", declaró en rueda de prensa.

El FMI expresó su pesimismo en sus últimas previsiones económicas: prevé ahora un descenso del PIB mundial de 1,3% en 2009 y una recuperación "parcial" de 1,9% a escala planetaria en 2010.

A pesar de ello, "los datos recientes sugieren que el ritmo del declive de nuestras economías se frenó y que ciertos signos de estabilización aparecen", indicó el comunicado de los países ricos, donde se inició la crisis.

"La actividad económica debería arrancar de nuevo este año, con perspectivas aún deprimidas y fuertes riesgos a la baja", indicó el comunicado.

En el caso de América Latina, la región podría tocar incluso fondo este trimestre para arrancar de nuevo, declaró el director para la región del FMI, Nicolás Eyzaguirre.

La recuperación, sin embargo, está supeditada a lo que suceda en Estados Unidos y los países ricos, que afrontan su peor crisis desde la Gran Depresión de los años 30.

"Algunas medidas de gastos en Estados Unidos y otras economías han comenzado a traer estabilizar. Las condiciones financieras en algunos mercados han empezado a mostrar modestas mejoras y hay señales de que el mercado inmobiliario de Estados Unidos ha empezado a estabilizarse", aseguró el secretario del Tesoro, Timothy Geithner al término del encuentro del G-7.

Buena parte de los debates este fin de semana de la reunión del FMI serán consagrados a la reforma de la regulación financiera, y al incremento de los recursos del FMI y del Banco Mundial prometidos en Londres.

Al respecto, el secretario de Estado para Finanzas alemán, Joerg Asmussen reclamó el viernes que los grandes países emergentes contribuyan más generosamente al refuerzo de los recursos de las dos instituciones.

Estos países exigen más peso en las instancias decisorias del FMI, pero no pueden esperar que eso ocurra "en un solo sentido", destacó Asmussen, quien resumió así la cuestión central: "¿Qué se aporta a la caja común?".

Brasil, uno de los líderes del G-20, replicó a su vez: "los países que tienen más recursos no son los emergentes", en palabras de su ministro de Finanzas, Guido Mantega.

Mantega aseguró que su país no dará cifras de un aporte suplementario al FMI hasta que no se avance en la reforma de la entidad.

Geithner insistió ante sus socios sobre la necesidad de continuar apoyando a sus respectivas economías a fin de permitir que se consolide la recuperación, de forma similar a como lo hace Estados Unidos con el plan de reactivación por 787.000 millones de dólares en tres años.

El mayor peligro, estimó, es que los gobiernos abandonen sus esfuerzos prematuramente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario