martes, 17 de marzo de 2009

La UE busca un frente unido para su cumbre con la mirada puesta en el G-20

BRUSELAS.- La Unión Europea (UE) buscará un frente común en su cumbre del jueves y el viernes en Bruselas, antesala de la del G-20 de Londres, en la que los europeos defenderán una reforma del sistema financiero y resistirán a las presiones norteamericanas para inyectar más dinero contra la crisis mundial.

En una muestra de la importancia de los encuentros de los próximos días, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, marcaron el tono con una carta a los responsables europeos en la que se dicen "decididos a obtener resultados concretos" en la cumbre del G-20.

Estos resultados deben ir dirigidos a "reforzar la regulación financiera internacional", señalaron Sarkozy y Merkel en esa misiva fechada el 16 de marzo y dirigida al presidente de turno de la UE, el primer ministro checo, Mirek Topolanek, y al titular de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

La UE "debe proponer que todos los 'hedge funds' (fondos especulativos) y otros fondos susceptibles de crear un riesgo sistémico sean objeto de un registro, una regulación y una supervisión apropiadas", así como "trabajar en un mecanismo de sanciones efectivo para protegernos de los riesgos que plantean las jurisdicciones no cooperativas, que se deberán designar", según la carta.

En el marco de los intensos trabajos de los últimos días, los ministros de Exteriores de la UE discutieron el lunes en Bruselas las grandes líneas de la declaración final de la cumbre europea, poniendo el acento en la necesidad de que el G-20 pase a la toma de decisiones.

Si la cuestión de la regulación del sistema financiera es importante para la UE, no hace olvidar por lo tanto otro tema clave: la reticencia de la mayoría de los países europeos a comprometerse al impulso de nuevos planes económicos, tal como pretende Estados Unidos.

Según un proyecto de declaración, los jefes de Estado y de gobierno de los 27 países de la UE se contentarían con pedir "continuar la coordinación, a nivel internacional, de las medidas de impulso presupuestario" y "aplicar rápidamente" los programas previstos dentro de ese enfoque.

La Comisión Europea ha defendido en las últimas semanas las medidas adoptadas por los países de la UE para enfrentar la crisis, que estima en unos 400.000 millones de euros, es decir, el 3,3% de su Producto Interior Bruto (PIB).

De todos modos, la posición europea no es de rechazo absoluto a la petición de Estados Unidos, que lanzó en febrero un plan de impulso económico de 787.000 millones de dólares, lo que representa un esfuerzo del 5,5% de su PIB.

"Si es necesario, pero ciertamente es demasiado pronto para decirlo, es necesario estar listos para hacer más", dijo este martes el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia.

Durante su cumbre, la UE podría decidir por otra parte aumentar el paquete de préstamos de emergencia para los países del bloque que no pertenecen a la Eurozona y que enfrentan grabes problemas financieros, como Hungría y Letonia.

"La Comisión (Europea) y el Consejo (de la UE, que reúne a los 27 países del bloque) deberían examinar sin esperar más la posibildiad de aumentar el techo del mecanismo europeo de apoyo financiero de las balanzas de pago", afirma el proyecto de declaración.

La UE ya había decidido en diciembre duplicar, de 12.000 a 25.000 millones de euros, los fondos destinados a esos préstamos de emergencia para sus miembros fuera de la Eurozona, en su mayorías países ex comunistas bajo una gran presión financiera.

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