La canciller alemana, Angela Merkel, recibirá el domingo en Berlín a los líderes de las grandes economías de Europa y desea que la reunión se centre en reformas financieras a largo plazo y que no surjan más problemas, en concreto recelos sobre la fragilidad de algunos países de la zona euro y de Europa del este.
"Queremos asegurar que en el futuro no haya brechas en el mundo a la hora de supervisar productos del mercado financiero, actores e instrumentos del mercado", subrayó Merkel en su discurso semanal.
La cumbre de Berlín apunta a forjar un consenso europeo de cara a la cumbre del G-20 programada para el 2 de abril en Londres.
"Para ello, acordaremos medidas el domingo que nos permitan presentar un frente unido y ambicioso en Londres", manifestó Merkel.
Los líderes mundiales se encuentran bajo presión para mostrar que pueden cumplir con las promesas realizadas en noviembre durante una cumbre del G-20 en Washington, donde dieron a conocer un plan detallado para combatir la crisis financiera y protegerse contra futuras recesiones.
El presidente francés Nicolas Sarkozy, acusado por algunos miembros de la Unión Europea de distorsionar la competencia al entregar ayuda a los fabricantes de automóviles locales, dijo que Europa debe unirse en torno a medidas audaces para combatir la crisis financiera.
"No apoyaré una postura que no dé una respuesta ambiciosa contra esta profunda crisis", aclaró a la prensa en una feria agrícola en París.
Responsables oficiales alemanes indicaron en los últimos días que Reino Unido aún tiene dudas sobre el impulso de otros estados europeos, como Alemania y Francia, para someter los fondos de cobertura a una estricta supervisión.
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