BUENOS AIRES.- Argentina tendrá que ofrecer más incentivos a las compañías para que inviertan en el contexto de la crisis financiera global y de la desaceleración de los proyectos locales, dijo una funcionaria del área económica.
Argentina está avanzando con un plan para cancelar parte de los 6.700 millones de dólares en cesación de pagos que tiene con el Club de París, una vez que los mercados se estabilicen, señaló Beatriz Nofal, presidenta de la agencia nacional de inversión llamada ProsperAR.
Esta medida mejoraría el acceso de las empresas al crédito para poder exportar, en particular aquellos que son otorgados por instituciones financieras europeas.
Nofal también espera convencer al Gobierno para que dé preferencias impositivas a las compañías que reinviertan sus ganancias, mientras las tasas de interés suben y la financiación externa desaparece.
"Creemos que sería un mecanismo poderoso para revertir el freno (de algunas compañías) de posponer proyectos de inversion que están vinculadas simplemente al problema del acceso al crédito", dijo la funcionaria a periodistas.
"Es un incentivo importante, incluso en una coyuntura como la actual, donde las filiales de las empresas internacionales van a tener en algunos casos mayor presión de sus casas matrices para girar dividendos", añadió.
Nofal dijo que la inversión bruta interna fija en Argentina, la tercera economía de América Latina, podría terminar el 2008 en cerca de un 22 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), por debajo del 22,6 por ciento del 2007 y del 22,8 por ciento del primer semestre del año en curso.
Esta sería la primera caída anual luego de cinco años consecutivos de crecimiento, que coincidieron con la expansión económica del país a tasas del 8,5 por ciento como mínimo.
El PIB de Argentina aumentó un 7,4 por ciento entre enero y septiembre, de acuerdo con los últimos datos oficiales, pero los analistas proyectan una merma del crecimiento a partir del cuarto trimestre del año, y algunos hasta arriesgan que habrá una recesión el año próximo.
La inversión directa extranjera debería mermar a nivel mundial debido a la recesión que afecta a muchas naciones desarrolladas y que ya dañó a empresas europeas y estadounidenses. Esto reduciría el flujo de fondos hacia América Latina, dijo la agencia en un informe.
En el 2007, el país sudamericano logró captar 6.460 millones de dólares en inversión externa directa.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, dijo en septiembre que usaría parte de las reservas internacionales del Banco Central para atender la deuda con el Club de París.
El compromiso de hacerlo continúa, dijo Nofal, para quien las reservas deben usarse como un atemperador de lo que podría ser una recesión global.
"En este momento hay que cuidar las reservas y hay que protegerlas. Es el gran instrumento de defensa que tenemos frente a la crisis", señaló Nofal, quien aseguró que el Gobierno está progresando a nivel técnico para eventualmente llegar a un acuerdo financiado.
Argentina está avanzando con un plan para cancelar parte de los 6.700 millones de dólares en cesación de pagos que tiene con el Club de París, una vez que los mercados se estabilicen, señaló Beatriz Nofal, presidenta de la agencia nacional de inversión llamada ProsperAR.
Esta medida mejoraría el acceso de las empresas al crédito para poder exportar, en particular aquellos que son otorgados por instituciones financieras europeas.
Nofal también espera convencer al Gobierno para que dé preferencias impositivas a las compañías que reinviertan sus ganancias, mientras las tasas de interés suben y la financiación externa desaparece.
"Creemos que sería un mecanismo poderoso para revertir el freno (de algunas compañías) de posponer proyectos de inversion que están vinculadas simplemente al problema del acceso al crédito", dijo la funcionaria a periodistas.
"Es un incentivo importante, incluso en una coyuntura como la actual, donde las filiales de las empresas internacionales van a tener en algunos casos mayor presión de sus casas matrices para girar dividendos", añadió.
Nofal dijo que la inversión bruta interna fija en Argentina, la tercera economía de América Latina, podría terminar el 2008 en cerca de un 22 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), por debajo del 22,6 por ciento del 2007 y del 22,8 por ciento del primer semestre del año en curso.
Esta sería la primera caída anual luego de cinco años consecutivos de crecimiento, que coincidieron con la expansión económica del país a tasas del 8,5 por ciento como mínimo.
El PIB de Argentina aumentó un 7,4 por ciento entre enero y septiembre, de acuerdo con los últimos datos oficiales, pero los analistas proyectan una merma del crecimiento a partir del cuarto trimestre del año, y algunos hasta arriesgan que habrá una recesión el año próximo.
La inversión directa extranjera debería mermar a nivel mundial debido a la recesión que afecta a muchas naciones desarrolladas y que ya dañó a empresas europeas y estadounidenses. Esto reduciría el flujo de fondos hacia América Latina, dijo la agencia en un informe.
En el 2007, el país sudamericano logró captar 6.460 millones de dólares en inversión externa directa.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, dijo en septiembre que usaría parte de las reservas internacionales del Banco Central para atender la deuda con el Club de París.
El compromiso de hacerlo continúa, dijo Nofal, para quien las reservas deben usarse como un atemperador de lo que podría ser una recesión global.
"En este momento hay que cuidar las reservas y hay que protegerlas. Es el gran instrumento de defensa que tenemos frente a la crisis", señaló Nofal, quien aseguró que el Gobierno está progresando a nivel técnico para eventualmente llegar a un acuerdo financiado.
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