En rueda de prensa conjunta con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, Sarkozy afirmó que le resulta "difícil" justificar que la octava economía del mundo, España, "no pueda participar en la reunión de las 20 primeras economías del mundo".
"No es ningún problema ideológico, es un problema de sentido común", subrayó.
"Como Francia tiene dos sillas, una como presidencia de la UE y otra como Estado miembro del G-8, no hay ningún problema en que España ocupe uno de estos dos puestos en tanto que España, sin quitarle este sitio a Francia", resaltó el presidente francés tras la cumbre extraordinaria de líderes europeos para preparar la reunión de Washington.
"Creo que este argumento ha sido bastante defendible ante el presidente (estadounidense, George W.) Bush, la potencia que invita", prosiguió Sarkozy, que dijo que él mismo había anunciado a los Veintisiete que Zapatero irá a Washington. "Me parece normal y yo lo he indicado con el presidente Barroso a los Veintisiete", dijo.
No obstante, tras la comparecencia de Sarkozy en la que realizó estas afirmaciones, fuentes del Elíseo confirmaron que el presidente estadounidense, George W. Bush, "no tiene problemas con que España esté en la cumbre" del G-20 en Washington.
El presidente francés también se refirió, durante su comparencia de hoy ante los medios, a la posible presencia de otros países en la cumbre del G-20. Así, indicó que "todavía quedan algunos problemas por resolver" respecto a la representación de países europeos en la reunión del 15 de noviembre.
Se refirió en concreto al caso de Países Bajos, que según recordó es la decimosexta economía del mundo y que a su juicio "tiene vocación de participar" también en la cumbre de Washington. "El problema no está resuelto", agregó, "pero pediré que puedan participar".
Las cosas podrían cambiar, según dijo, si se acepta su propuesta de reunir más a menudo a los países de la eurozona a nivel de jefes de Estado y de Gobierno.
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