viernes, 22 de agosto de 2008

El crédito hipotecario utilizado para fines distintos de la compra de vivienda aumentó en España un 25%

MADRID.- El saldo de los préstamos con garantía hipotecaria concedidos por las entidades financieras a los hogares españoles que no tuvieron como destino la compra de una vivienda aumentó un 25% al cierre del primer trimestre, según datos del Banco de España.

En concreto, el importe acumulado alcanzó al terminar marzo los 42.366 millones de euros, frente a los 33.871 millones de euros que se registraron en el mismo periodo del año anterior.

Estos datos contrastan con el saldo acumulado al cierre de 2005, cuando las hipotecas que tuvieron como destino la compra de bienes diferentes a la vivienda sumaban 25.834 millones, lo que supone que el volumen ha aumentado casi un 64% en poco más de dos años.

Este repunte también contrastan con el ritmo de crecimiento del crédito hipotecario total, que se ralentizó en el primer trimestre del año. De hecho, desde finales de 2007, el crédito se ha ido ralentizando mes a mes a un ritmo aproximado de un punto porcentual.

En concreto, en noviembre de 2007 el crédito creció un 15,9% en relación a 2006, mientras que en diciembre se elevó un 14,9%; en enero, un 13,8%; en febrero, un 13,1%; en marzo, un 11,7%; en abril, un 11,1% y en mayo un 10%.

Además, la morosidad en este tipo de crédito también ha aumentado considerablemente, ya que ha pasado del 0,6% que suponía al cierre de 2005 al 1,36%.

En concreto, del saldo total de 42.366 millones de euros en créditos utilizados para fines diferentes a la adquisición de vivienda, un total de 579 millones de euros eran dudosos al cierre del primer trimestre.

Este tipo de préstamos utilizan como garantía la vivienda, pero se destinan a financiar otro tipo de productos que nada tienen que ver con el inmueble, como invertir en negocios, comprar un coche o financiar las vacaciones, informaron fuentes de las cajas de ahorro.

A este respecto, un portavoz de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas de Ahorro y Seguros (Adicae) explicó que algunas familias optan por recargar la hipoteca de su vivienda para financiar bienes de consumo, una práctica que considera "no es de recibo".

En principio, esta fórmula puede parecer beneficiosa, porque se evitan los gastos de constitución de otro préstamo y el tipo de interés es más bajo que el de un crédito al consumo, pero "a la larga el consumidor acaba pagando más" y el banco le suele exigir un aval, con lo que no sólo compromete su vivienda, sino también la de quien le respalda.

Por ello, Adicae anima a las familias a "ejercer la cultura del crédito con responsabilidad" y no recargar la hipoteca, salvo que la relación entre ingresos y gastos sea desahogada. En caso contrario, esta fórmula no es "razonable", ya que se pone en juego la vivienda, algo que no ocurre de forma tan directa cuando no se abona la cuota de un préstamo al consumo.

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