Estas pérdidas obedecen en su mayor parte al encarecimiento del combustible como consecuencia de la escalda alcista del crudo, lo que elevó en 56,5 millones de euros los costes por combustible en el primer semestre, y "contribuyó notablemente" a las pérdidas, según expresó el consejero delegado de la compañía, Dermot Mannion.
"La debilidad del primer semestre ha estado marcada por condiciones de mercado extremadamente difíciles, la ralentización del crecimiento económico en nuestros propios mercados y la debilidad del dólar y la libra", recordó además Mannion.
Sin embargo, la cifra de negocio de la aerolínea en el periodo alcanzó los 632,9 millones de euros, un 10,2% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, a pesar de las "dificultades del entorno", destacó el ejecutivo.
Los ingresos por pasajero aumentaron un 10,4% hasta los 606,2 millones de euros mientras que el crecimiento de los pasajeros se situó en el 10,5%.
Mannion anticipó que no prevé una mejora del negocio durante los próximos meses a pesar de la relajación de los precios del crudo en las últimas semanas ya que el deterioro de la industria seguirá presionando al sector en los próximos meses.
"Incluso tras la reducción de los precios del crudo en las últimas semanas, la competitividad en precios y volúmenes proseguirá", por lo que el ejecutivo augura pérdidas para el ejercicio completo.
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