domingo, 29 de junio de 2008

El BCE se apresta a subir los tipos por el riesgo de 'euro-inflación'

BRUSELAS.- Tras un año fijos en el 4%, el Consejo de Gobernadores del Banco Central Europeo (BCE) se apresta a subir los tipos de interés en su reunión del próximo jueves, con el fin de combatir los riesgos cada vez mayores generados por la fuerte inflación en los países del euro.

"Podríamos decidir mover nuestras tasas levemente", dijo el presidente de la institución, el francés Jean-Claude Trichet, el pasado miércoles ante el Europarlamento en Bruselas. "No he dicho que preveamos una serie de alzas" de las tasas de interés, advirtió Trichet, dejando claro que la decisión del jueves no es el inicio de un ciclo de endurecimiento del BCE en un contexto de euro fuerte y altos precios del petróleo.

La principal tasa del BCE se sitúa en el 4% desde hace un año, a pesar de las presiones de parte de ciertos responsables políticos para recortarla ante la desaceleración económica que sufre la zona euro. El BCE se había resistido a tomar esta decisión frente al aumento constante de la inflación, que en mayo alcanzó un récord del 3,7% interanual en la 'Eurozona', integrada por 15 países de la UE.

Para el instituto monetario la prioridad es luchar contra la inflación, tal como lo estipula el Tratado de Maastricht de la UE. Trichet reafirmó en Bruselas que el BCE se encontraba en "estado de alerta elevado" por los riesgos inflacionistas, que se "intensificaron" en los últimos meses, si bien puntualizó que el Consejo de Gobernadores del Banco Central Europeo "nunca se compromete por adelantado" a subir la tasas.

El problema para el BCE es que, en caso de subir las tasas, podría ser señalado como responsable de agudizar la desaceleración económica de la eurozona. Los europeos se niegan a gastar frente a la subida de los precios de la energía y de los carburantes, un mal presagio en vísperas de las vacaciones de verano, reflejado también en los precios cambiantes en los alimentos, factor responsable de las actuales tensiones inflacionistas.

Esta caída en el consumo de los hogares se suma a una contracción en los sectores de la industria y los servicios que no auguran buenos tiempos. El BCE sabe que no puede hacer nada contra la subida actual de precios, pero quiere, con el aumento de su tasa principal, afirmar su credibilidad y mostrar su determinación a la hora de cumplir con su deber.

En ese sentido, la subida de las tasas buscaría "garantizar que las expectativas de inflación queden ancladas a un nivel conforme a la definición del BCE de la estabilidad de precios a mediano y largo plazo", explicó Trichet. Para el BCE, los precios son estables cuando se mueven levemente por debajo del 2% a mediano plazo.

La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, preocupada por el aumento del riesgo inflacionario, decidió el miércoles pasado interrumpir su política de recortes de la tasa rectora de interés, ubicada a 2% actualmente, iniciada el año pasado para evitar una recesión que hoy parece menos amenazante.

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